Calvo Sotelo reactiva la nueva fachada

LA VOZ A CORUÑA

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La ministra reclama al regidor que cumpla «con lealtad institucional» el convenio firmado y Ferreiro asegura que «non hai polémicas», aunque pide seguir negociando

16 sep 2015 . Actualizado a las 11:50 h.

Fue el urbanista catalán Joan Busquets, autor del Plan General de Ordenación Municipal y del Plan Especial de Reforma de los Espacios Portuarios, el que dibujó la nueva fachada de la ciudad en la zona portuaria a comienzos del 2004. A las eternas galerías, Busquets proponía sumar una imagen impactante de la urbe adecuada al nuevo siglo XXI en los muelles de Calvo Sotelo y Batería en la que se incluía la construcción de hasta seis edificios de singular carácter arquitectónico que configurarían esa nueva imagen de A Coruña.

Ese nuevo mascarón de proa de la ciudad no sería de uso residencial. El espacio para viviendas estaba inicialmente reservado para la superficie portuaria liberada en los muelles de San Diego. Para Calvo Sotelo y Batería, el urbanista catalán proyectó una serie de edificios con un máximo de ocho alturas que, además, según se recoge en su plan, «habrán de tener un plus de calidad arquitectónica».

Las claves del nuevo diseño

El diseño original de Busquets data del 2004, aunque no fue incorporado al planeamiento urbanístico de la ciudad hasta el pasado ejercicio, cuando se aprobó de forma definitiva el nuevo PGOM. En el desarrollo se preveía iniciar la construcción de los dos edificios emblemáticos en el muelle de Batería, para, a continuación, subastar los espacios en Calvo Sotelo.

La intención del urbanista catalán pasaba por optimizar al máximo los espacios portuarios liberados por el traslado del grueso de las actividades contaminantes a punta Langosteira. El objetivo marcado por el entonces presidente del Puerto, Macario Fernández-Alonso, y los regidores de la época, Francisco Vázquez y Javier Losada, era conseguir, con la comercialización de los solares «al menos un tercio» de los seiscientos millones que se calculaba costaría la nueva dársena. Y Joan Busquets recogió el guante con la intención de disponer de una fachada marítima emblemática, «unas nuevas galerías del siglo XXI», llegó a decir, con el objetivo de recaudar unos doscientos millones de euros, mediante la venta de las parcelas institucionales y de la construcción de algo más de dos mil pisos en San Diego.

La pieza que cambiará la fisonomía de la fachada portuaria dispone de una superficie total de casi 90.000 metros cuadrados, de los cuales 50.000 serían urbanizables.

Negociaciones en marcha

La ministra de Fomento, Ana Pastor, junto con su más directo que equipo de colaboradores transmitió ayer al alcalde, Xulio Ferreiro, lo mismo que ya le había dicho con anterioridad el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada: «Lo más inmediato es vender los terrenos porque en breve hay que empezar a pagar el principal del préstamos y cumplir con el convenio suscrito en el 2005 que garantiza la viabilidad económica del proyecto de construcción del puerto exterior de punta Langosteira».

Ana Pastor pidió a Ferreiro «que tenga lealtad institucional lógica y cumpla los acuerdos firmados por sus antecesores». «No se puede regalar el suelo porque por ley los puertos tienen que autofinanciarse», insistió.

Por su parte, Ferreiro indicó que «o que podía ser unha polémica non o é, senón unha análise compartida que temos da difícil situación financeira da Autoridade Portuaria. O comprendemos, pero tamén a ministra comprendeu a importancia que eses terreos teñen para a cidade e que un desenvolvemento compartido poda crear problemas». Las dos partes coincidieron en seguir analizando el proyecto, aunque la intención de Fomento es agilizar al máximo los plazos para aminorar los compromisos de pago del Puerto.

La oposición del BNG

Por su parte, la portavoz del BNG, Avia Veira, advirtió que los terrenos de Batería y Calvo Sotelo «non poden ser vendidos mentres sigan formando parte do dominio público-portuario». Veira se quejó de que el plan de financiación del puerto exterior «está amparado pola filosofía das grandes operacións inmobiliarias, contempladas no PXOM aprobado no anterior mandato e compre pois combatelas no actual porque non está pensada nos intereses da cidade, senón nos intereses urbanísticos e económicos do Porto».