Las promovió el alcalde Juan Flórez en julio de 1850
07 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Historias con historia
Curioso y peculiar: 30 días y en honor de una heroína, María Pita. Son las fiestas más importantes de A Coruña. A sus convecinos no les sorprende, pero debería. Si observamos el calendario festivo de la mayoría de las parroquias, villas y ciudades de Galicia o de España vemos que normalmente sus fiestas principales duran una semana o 10 días y están relacionadas con una advocación religiosa patronal: fiestas del Apóstol en Santiago, de la Peregrina en Pontevedra, de San Froilán en Lugo, del Corpus en Ourense, del Cristo de la Victoria en Vigo? ¿Por qué estas diferencias?
La responsabilidad última es del alcalde Juan Flórez. El 14 de enero de 1847 propuso al Ayuntamiento de A Coruña una idea novedosa. A la hora de hacerlo fijó su atención en dos cuestiones. La primera estaba relacionada con la feria anual de Santa Lucía, que se celebraba en la ciudad desde tiempo inmemorial. Duraba 30 días, del 13 de diciembre al 6 de enero, vendiéndose todo tipo de objetos a lo largo de la calle Real, aunque apenas generaba actividad mercantil.
La Visitación y María Pita
La segunda cuestión tenía que ver con las fiestas patronales. Juan Flórez reconocía que en esos momentos no había ninguna festividad que llamase la atención de los forasteros, pero se contaba con un día especial: el 2 de julio, advocación de la Visitación de la Virgen, patrona de A Coruña, el ayuntamiento, en nombre de la ciudad, cumplía con la función del voto solemne y sagrado que recordaba el realizado en 1589 durante el ataque de Drake y que al mismo tiempo ponía de manifiesto la victoria gloriosa de los coruñeses frente al intento de invasión inglesa.
Teniendo en cuenta estos elementos, propuso trasladar la feria de Santa Lucía al mes de julio, comenzando el 2, festividad del voto, y manteniendo su duración de 30 días. Además debía aprovecharse la temporada veraniega de baños y animar dicha feria con toda clase de actividades comerciales, industriales y de regocijos extraordinarios para que atrajesen a personas procedentes de todos los puntos de Galicia y España y que su estancia favoreciese la reactivación económica y la prosperidad pública. También debía asociarse a dicha celebración el valor y la figura de María Pita, transformada, con una clara intencionalidad política, en heroína popular de la libertad.
La propuesta fue aceptada por el ayuntamiento, iniciándose rápidamente los trámites para conseguir los permisos oficiales. El 4 de junio de 1847 la reina Isabel II autorizó los cambios. Sin embargo, la penuria económica y la escasez de fondos municipales retrasaron su ejecución varios años. El 7 de julio de 1850 a las 10 de la mañana comenzaron las primeras fiestas de María Pita con tiro de bombas y la función religiosa del voto seguida de diferentes actos cívicos en honor de la heroína y la inauguración de la feria. Duraron hasta el 27 con todo tipo de festejos, incluidas las primeras corridas de toros. Hasta 1883 se mantendría el modelo creado por Juan Flórez, pero ese año la inauguración del ferrocarril cambiaría sus fechas.