El proyecto de la Marina se estrella por sus acabados

Dolores Vázquez A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El espacio de 55.000 m2 que se prometió como la gran plaza de la ciudad está falto de uso por su escasa funcionalidad

19 jul 2015 . Actualizado a las 13:00 h.

Lo que iba ser la gran plaza de la ciudad, la recuperación para los ciudadanos de la zona de relleno de la Marina, soterrando el tráfico, se ha convertido en un proyecto fallido. El PP municipal había comprometido que se pondrían al servicio de los ciudadanos 55.000 metros cuadrados entre la Marina y el Parrote. Sin embargo, la imagen de gran explanada que dan las áreas abiertas al público, tanto el Parrote como los 19.000 metros cuadrados de la Marina en su primera fase, no convencen y no se está viendo, por el momento, el gran uso que se preveía para esa zona. 

¿Las deficiencias?

Los ciudadanos han pagado el peaje que supone unas obras como las de la Marina, que conllevaron múltiples restricciones de tráfico, en aras de un proyecto cuyos resultados no acaban de cuajar. Las principales quejas vecinales son la escasez de masa arbórea que permita disfrutar a la sombra del espacio que ya se abrió al público. También hay malestar por el mobiliario de diseño, no ya solo por su coste, sino por su escasa funcionalidad. Asimismo, también se han levantado voces contra el área de aparcamiento en superficie que mantiene la Autoridad Portuaria en la zona, una cuestión sorprendente si se tiene en cuenta el carácter peatonal del proyecto y que la sede central del Puerto está rodeada por tres aparcamientos subterráneos: el del Parrote y el de Palexco, situados en superficie portuaria, y el Méndez Núñez, a escasos metros. 

¿Cómo es el proyecto?

El de la Marina es similar al desarrollado en el Parrote, que podría ser considerado la primera fase de un macroproyecto y con él  comparte diseño y carencias. Sin embargo, la conservación de las murallas confiere al Parrote un peso cultural y patrimonial que no tiene la Marina, que por perder ha perdido hasta el edificio de Turismo, pese a que había parte de la sociedad que quería que se mantuviera. Además, el hecho de que hubiera distintas propuestas para la Marina en los últimos años ha llevado a los vecinos a no saber cuál es el proyecto definitivo que finalmente ha triunfado. Más cuando la realidad no se asemeja a las imágenes virtuales que se presentaron cuando se aprobó. Para muchos, ni tan siquiera esperando a que crezcan el casi centenar de árboles plantados en la zona se lograría esa masa arbórea que se ve en las recreaciones y, en ningún caso, podría compararse con la que había anteriormente. Asimismo, el hecho de que se conserven dos carriles en superficie también contradice el discurso de hacer de ese frente de la ciudad una zona exclusivamente peatonal. El que se hayan instalado dos nuevas marquesinas de autobús, a la altura de la Autoridad Portuaria, en una zona donde había paradas ante de las obras, hace indicar que se mantendrá el tráfico rodado.

¿Coste de la obra?

La remodelación tanto del Parrote como de la Marina ha estado condicionada por la ejecución de los dos túneles, lo que disparó económicamente su coste. En total se cifró la inversión en 53,4 millones, de los que 22 son aportados por la constructora Copasa, responsable del párking del Parrote. Si la obra del Parrote costó 14 millones a las administraciones públicas, el túnel de la Marina se adjudicó por 10,8, a los que hay que sumar 6,6 millones para poner en valor los restos arqueológicos preservados y para urbanizar la Marina. El elevado coste de los trabajos y la idoneidad del momento en cuanto a su ejecución generó múltiples críticas.

¿Los plazos?

Según las últimas previsiones que se manejan, los trabajos de urbanización de la superficie de la Marina situada junto al Parrote se estima que pudieran estar finalizados para septiembre. Eso supondrá que A Coruña recibirá a los visitantes otro año más con obras en una de las zonas más fotografiadas por los turistas. Más allá de la imagen, la apertura del túnel de María Pita no ha resuelto tampoco todos los problemas de tráfico y los trabajos que se realizan en Puerta Real y el continuo ir y venir de camiones han avivado últimamente las retenciones. 

Humanizar un proyecto que hace aguas

La obra de la Marina es competencia de la Autoridad Portuaria y el cambio de gobierno en María Pita ha traído una sintonía distinta a la que había con el ejecutivo anterior respecto a lo que el PP consideraba su obra estrella. En la primera visita que el nuevo concejal de Urbanismo, Xiao Varela, hizo a las obras, las primeras que visitó oficialmente en cuanto tomó posesión, dejó claro que habría que realizar cambios.

Declaró que habría que «humanizar» el entorno, incluso antes de adentrarse en el terreno que todavía no está acondicionado. Desde la Marea Atlántica no se especificó cómo tienen pensado mejorar la obra, aunque ya se avanzó que serían mejoras que no supusieran un gran desembolso económico, ya que su idea no es incrementar un presupuesto ya millonario. En este sentido, desde María Pita se especificó que lo que se buscaba es mejorar el actual acabado, pero «a baixo custe».

Filtraciones

Si en la primera visita se habló de funcionalidad, una semana más tarde Varela se reunía con el director del Puerto, Juan Diego, para hablar de las filtraciones de agua marina que afectan a las obras del subterráneo del Parrote. El concejal, tras ver los trabajos, se había quedado «preocupado» por el estado del proyecto. Por su parte, el Puerto vinculó los problemas de filtración con la aparición de roca y avanzó que retrasará los trabajos.

«Agora o máis importante é unha boa execución da obra, non as présas en rematar», señaló Varela, para una obra que siempre se le achacó que se apuraban los plazos, con trabajos nocturnos, para que pudiera estar lista antes de los comicios, una cuestión que no se produjo en su totalidad. También hay retraso en el uso de las arcadas del Parrote debido a unas filtraciones que no se han subsanado y a la falta de las autorizaciones por distintas administraciones.