Beatriz Rodríguez: «Lo más difícil de nombrar son los cosméticos y los vinos»

María Vidal Míguez
MARÍA VIDAL A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Beatriz Rodríguez, nombradora
Beatriz Rodríguez, nombradora PACO RODRÍGUEZ

Esta nombradora profesional ha acercado a las empresas más pequeñas un servicio que las grandes ya conocen.

02 jul 2015 . Actualizado a las 17:41 h.

Beatriz Rodríguez, una emprendedora experta en márketing, se ha lanzado con un proyecto muy original: poner nombres a las cosas, un negocio que no está muy extendido de momento y que muchas veces es la clave del éxito.

-Será por nombres. ¿Cómo surge?

-Para dar respuesta a pequeñas y medianas empresas que deciden apostar por una profesionalización desde sus inicios, desde el momento de ponerle el nombre. Se trata de poner al alcance de los más pequeños un servicio profesional y especializado que muchas empresas grandes ya conocen y aplican.

-¿Qué es lo que más influye a la hora de nombrar algo?

-La persona o el equipo que está detrás del proyecto, sus intereses, sus valores, su misión, su conocimiento? y la coherencia con el posicionamiento buscado en el mercado. Se trata de que el nombre les defina y por tanto les aporte la seguridad necesaria para generar relaciones de confianza atrayendo a sus públicos. Evidentemente también influye que el nombre esté disponible para ser registrado legalmente y otras variables relacionadas directamente con la propia creación del nombre. Por ejemplo, que sea fácil de pronunciar y de recordar o el territorio de actuación para evitar incompatibilidades culturales y/o de idioma.

-¿Se estudia este proceso?

- Cada vez son más las escuelas de márketing y publicidad que, respondiendo a la tendencia de la especialización, prestan atención al naming en sus programas académicos. En cualquier caso un nombrador tiene un carácter bastante multidisciplinar y curioso con un perfil muy rico en diferentes áreas. En mi caso, por ejemplo, he estudiado educación infantil, gestión cultural, márketing y programación neurolingüística, y esto ha configurado un conocimiento ecléctico que enriquece el proceso de creación del nombre.

-¿Qué tipo de clientes son los que acuden a usted?

-Tanto los clientes que vienen por el boca a oído como los que llegan a nosotros a través de la redes sociales y nuestra página web (www.serapornombres.com), son clientes innovadores, despiertos, jóvenes de espíritu, con sentido de la responsabilidad, ganas de hacer las cosas bien desde el principio y ambición de futuro.

-¿Cuáles son las claves para que un nombre funcione?

- Los siete ingredientes básicos aplicados a la mayor parte de los proyectos serían: claridad, economía, emoción, belleza, elegancia, funcionalidad e integridad. El ingrediente que lo personaliza es la esencia de cada proyecto, conectar con la verdad de cada uno, esa será la diferenciación sobre la que sostendremos la marca y en muchos casos crearemos el nombre.

Es imprescindible la visión a largo plazo y el compromiso, a los nombres hay que darles tiempo y cuidado para que se conviertan en una marca sostenible. El diseño del logotipo puede ir evolucionando. Sin embargo, el nombre permanece y debe sostener esta evolución. ¿Quién diría que el nombre de la diosa griega de la victoria acabaría siendo una de las principales marcas internacionales?? Nike.

-¿Qué es lo más difícil de nombrar?

-Los cosméticos y los vinos. Porque ya hay un número de referencias importante.

-¿Cómo es el proceso desde que llega un cliente hasta que hay nombre?

-Empezamos por una sesión de inmersión, como en un bautizo, donde conocemos en profundidad a la persona que está detrás (sus intereses, sus motivaciones, sus bloqueos, su historia?) y después el proyecto (¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuando? ¿Cuanto? Y, sobre todo, ¿para qué?). Tras esa reunión vienen unos días de barbecho, de pasmar, alimentar la creatividad lateralmente, en cosas no relacionadas directamente con el proyecto, y mucho menos con su competencia. Después viene el período de investigación de la competencia, y ya entraríamos en la fase propia de creación, creatividad aplicada al nombre y las líneas conceptuales del mismo y disponibilidad para su registro legal de marca, dominio web, incompatibilidades? Por último, la presentación al cliente, que desde la sesión de inmersión pueden haber pasado entre dos y cuatro semanas.