Planeadora tuneada busca dueño

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El Puerto sacará a subasta la embarcación que iba a transportar un alijo

25 jun 2015 . Actualizado a las 18:40 h.

Para transportar un alijo de tonelada y media de cocaína el conocido como clan del Mulo, encabezado por Rafael Bugallo y con base en Cambados, construyó una planeadora que tuneó como un pesquero para que pasara desapercibida. Para construir esa embarcación los narcotraficantes alquilaron un antiguo astillero en la desembocadura del río Anllóns, en Cabana de Bergantiños. El plan, eso sí, se truncó cuando los agentes de Vigilancia Aduanera irrumpieron simultáneamente en el astillero y la mansión de Cambados del presunto narco.

La historia, que se desarrolla en escenarios ajenos a A Coruña, remata finalmente en la ciudad. En los pantalanes del puerto pesquero de Oza, cerca de la embarcación de la Guardia Civil, descansa estos días la barca a la espera de que se subaste.

La venderá la Autoridad Portuaria, a la que el juez encargó esa operación. Los ingresos que se obtengan en la transacción serán para pagar los gastos de Puerto -amarre y tasación, no más- mientras que el resto acabará formando parte de las cuentas del Tesoro Público. Eso sí, está por ver qué cliente puja por hacerse con una nave fuera de lo común. De entrada porque tiene el aspecto de un barco de artes menores, al menos desde lejos. Desde cerca se le ve más esa estructura de embarcación con cerca de un millar de caballos pegados a los motores de su popa. Para salir a pescar pulpo parece demasiado, y como buque de recreo no parece tener mucho recorrido.

El caso de la planeadora es el más llamativo de la lista de buques que sacará a subasta la Autoridad Portuaria, pero no es el único. En los últimos días la entidad pública contrató, por unos 1.800 euros, la tasación de tres barcos más para sacarlos precisamente a subasta.

En total, en el mismo lote saldrán en los próximos días cinco naves, cuya tasación se está rematando en estos momentos. Cuatro de ellas son viejos pesqueros, concretamente el Vamos Indo, el Nuevo Mar de Levante, el Navaliño 2 y el Chon.

Todos ellos son buques abandonados por diversos motivos por sus propietarios, informan desde la Autoridad Portuaria, embarcaciones que llevan tiempo en los muelles y que tienen tasas pendientes desde hace tiempo.

Tras un largo período en desuso y sin que nadie se preocupe por los barcos, explican desde el Puerto, se procede a la declaración de abandono, con un período de exposición pública para presentar alegaciones. Culminado ese proceso sin que nadie reclame el buque, se tasa y se subasta. Como en el caso de la planeadora, primero se cubren los gastos ocasionados en los muelles y lo que sobre acaba en el Tesoro Público.

En todos los casos se trata de pesqueros de medio porte, con mucho tiempo de abandono y en mal estado. Seguramente acabarán convertidos en chatarra ya que su coste para volver a ponerlos en uso resultaría muy elevado.

No es la primera vez que el Puerto hace subastas similares, aunque sí es la de mayor número de naves de los últimos tiempos. Y desde luego el de la más curiosa, pues planeadoras tuneadas no se ven nunca. Con todos sus caballos, sin matrícula ni un uso posible, su futuro, hoy por hoy, es incierto.