El Leiro más humanista esculpe el dolor en las «Esculturas sentidas»

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Una de las esculturas que Leiro expone en el Kiosco Alfonso de A Coruña
Una de las esculturas que Leiro expone en el Kiosco Alfonso de A Coruña MARCOS MÍGUEZ

El artista reflexiona en A Coruña sobre iconos de guerras y desastres

04 jun 2015 . Actualizado a las 10:37 h.

El recibimiento es amable: la gran nevada de Nueva York, con una blanca figura humana y vistosas flores evocando la futura primavera. Es una de las pocas concesiones a la luz, porque el resto de la exposición de Francisco Leiro (Cambados, 1957) en el Kiosco Alfonso de A Coruña pasa por la penumbra, por el dolor que el artista esculpe a partir de imágenes icónicas de guerras, enfermedades o catástrofes que han ocurrido en algún lugar del mundo en las dos últimas décadas. Esta exposición, organizada por la concejalía de cultura del Ayuntamiento coruñés y que se inaugura hoy a las 20 horas, presenta a «un Leiro que se siente solidario y se compromete con la realidad, casi cotidiana, de la catástrofe, el dolor, el sexo, la contaminación medioambiental, la guerra, la mentira, la corrupción, que se sigue sintiendo impresionado por lo que sucede a su alrededor y reflexiona sobre la condición humana». Esto escribe Rosario Sarmiento, la comisaria de la muestra, que durante el recorrido por la misma apunta a una de las esculturas «como una Piedad moderna». Es el conjunto que lleva por título Molido, en alusión al paño envuelto que ponían en la cabeza las mujeres para transportar alguna carga. La diferencia está en que en esta ocasión lo que transporta es un cadáver, doblado como el Cristo de la Piedad de Miguel Ángel. Y al igual que en el resto de las figuras de la exposición, detrás de la misma hay una fotografía, una durísima imagen de la guerra de Bosnia cuyo autor es Peter Andrews. Esa es la línea de toda la muestra, cuyo título es Esculturas sentidas y exhibe, en palabras de la comisaria, «un Leiro humanista que en sus figuraciones reflexiona y casi nos hace ver la pantalla de la televisión en la fuerza volumétrica de sus esculturas».

Los cinco bomberos muertos en el año 2005 en un incendio ocurrido en Guadalajara, la guerra de Ruanda con las palas apilando los cadáveres en el lago Goma (que título a la obra), los bombardeos de Israel sobre la población civil de Gaza con las tres figuras denominadas Las plañideras son otros hechos que Leiro plasma en un proyecto en el que también tienen cabida los desahucios, la lujuria, la crisis y el caos, todo ello resumido en la escultura Resistentes y ante la imagen de una carretera que no va a ninguna parte. «Esta fue elaborada expresamente para la exposición», indica la comisaria, antes de mostrar el homenaje del artista a otro colectivo: los voluntarios del Prestige. Es una figura que, evocando a un paso de Semana Santa, está formada por botas que fueron usadas en su día por dichos voluntarios.

La gripe aviar es otra de las protagonistas de estas figuras que, tal y como apunta la comisaria, «desprenden un humanismo que llega rápidamente a quien las ve, despertando un deseo físico de tocarlas y, sobre todo, de interrogar a estos seres congelados en el tiempo que desprenden tantas historias». Es el Leiro más humanista.