La fiesta de San Juan rompe fronteras

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

CÉSAR QUIAN

El Gobierno declara la celebración como evento de Interés Turístico Internacional

17 may 2015 . Actualizado a las 08:46 h.

El carnaval de Cádiz, los sanfermines y la Feria de Abril de Sevilla ya tienen algo en común con las hogueras de San Juan de A Coruña. Además de congregar a mucha gente, todas esas citas son Fiestas de Interés Turístico Internacional, una distinción honorífica que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo acaba de conceder a la cita coruñesa.

Hasta ahora, en Galicia solo gozaban de esa categoría los festejos de la Semana Santa en Viveiro y Ferrol y en toda España el cómputo pasa por poco del medio centenar, un selecto club al que desde este mes se incorpora A Coruña con sus hogueras de San Juan.

El Ayuntamiento debatió en pleno la petición de esa distinción a propuesta de la Comisión Promotora de las Hogueras, instando a la Xunta a que realizase las gestiones precisas ante la Secretaría de Estado de Turismo, encargada de dirimir quiénes son acreedores de tal reconocimiento. Los grupos apoyaron por unanimidad la iniciativa, que fructifica ahora y que servirá para mejorar la promoción turística de las fiestas estivales, que contarán así con mayor presencia fuera de las fronteras gallegas y nacionales.

La fiesta coruñesa ya era de interés turístico en el ámbito autonómico, pero se buscaba dar un paso más y finalmente se logró.

Una cita histórica

Aunque la celebración en las playas del Orzán, Riazor y Matadero es relativamente reciente, no lo es la cita que festeja el solsticio de verano, y tampoco las tradiciones vinculadas a ella en la ciudad. Así, en el siglo XIX era una costumbre extendida soltar globos al aire, hacer hogueras y organizar verbenas, algo que se pudo ver por Panaderas, la Ciudad Vieja y Pescadería todavía durante los primeros 30 años del siglo pasado, aunque perdiendo presencia paulatinamente. No así las hogueras, que se siguieron haciendo por toda la ciudad, ya sin verbenas.

En los años sesenta la fiesta había desaparecido del centro, hasta que se creó en la década de los setenta una comisión promotora que poco a poco fue revitalizando la tradición de la noche de San Juan, que entonces se iluminaba con fuego en el entorno de la plaza de Portugal.

Las cosas cambiaron radicalmente desde 1992, cuando se trasladó a Riazor la gran hoguera. El nivel de participación no dejó de crecer y muy pronto las personas que se juntaban en los arenales empezaron a contarse por miles.

La programación festiva con la que en los últimos años refuerza la cita el Ayuntamiento ayudó a que San Juan se extendiera durante una semana y se diera a conocer todavía más, convirtiéndose también en un foco de atracción para el turismo.

El espaldarazo definitivo a la cita lúdica lo marcó la decisión de declarar como festivo ese día. Ya lo fue el verano pasado y volverá a serlo este. Las hogueras lucirán entonces situadas en una nueva categoría.