«Lo que le falta a A Coruña es proyección internacional»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CÉSAR QUIAN

El que fue gerente de Turismo en la ciudad recuerda de sus años coruñeses su especial apuesta por Alvedro

22 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegó al aeropuerto de Alvedro hace 15 años para llevar las riendas del turismo de la ciudad. Y así lo hizo hasta el año 2010. Actualmente está a la cabeza del consorcio de Turismo de Fuerteventura, pero no deja pasar demasiado tiempo sin visitar a los amigos que dejó en A Coruña: «No hace ni un año que estuve por aquí», reconocía ayer antes de presentar en Finca Montesqueiro la oferta turística de la isla.

-¿Cómo ha encontrado la que fue su ciudad?

-La he encontrado muy bien, la verdad. Sobre todo me ha llamado la atención la renovación de muchos establecimientos de hostelería, bares y cafeterías con una nueva estética cuidada.

-Promocionar el turismo de un lugar como Fuerteventura no parece un reto muy complicado.

-Es jugar a lo fácil, sí. Pero tenemos la mentalidad de que, aunque sea un producto que se vende solo, hay que seguir promocionándolo para que lo conozca nueva gente o para que aquellos que ya lo conocen descubran nuevas facetas. Aquí estamos, sobre todo, para potenciar esos nuevos vuelos regulares de Vueling que a partir de mayo conectan Galicia con Fuerteventura con dos frecuencias semanales.

-Vuelos que parten de Lavacolla, no de Alvedro.

-Eso provocó ciertas discrepancias sobre dónde deberíamos hacer la promoción. Pero yo insistí en que debía hacerse en A Coruña, que es donde está el poder económico y el comercial. Desde luego lo de Alvedro es una de nuestras asignaturas pendientes. Según cómo respondan las conexiones con Santiago, insistiremos para que Vueling se interese por unir también Fuerteventura con A Coruña.

-¿Hay tráfico entre Fuerteventura y Galicia?

-Entre 400 y 500 gallegos se desplazan semanalmente a Fuerteventura, muchos porque tienen raíces en la isla de aquella época de la bonanza de la construcción, y porque empieza a ser una referencia en turismo sobre todo para aquellos a los que les gustan los deportes acuáticos y demás. Y al revés también, sobre todo en verano hay mucho canario que va buscando paisajes diferentes, que no sea el de playa que ya tiene todo el año en casa.

-Se fue de aquí de un modo abrupto. ¿Qué le quedó por hacer?

-Me quedó la espina de renovar parte de las rutas de hostelería que teníamos preparadas, sobre todo las del centro: Barrera, Franja, Galera... Había un proyecto muy bueno de unificar la hostelería y darle un plan de promoción propio. Iba de la mano de las rutas que creamos, como la Picasso, la modernista o la de la Ciudad Vieja, y de los premios que creamos en aquella época, los Picadillo de tapas y los Pardo Bazán de repostería, además del salón de vinos y aguardientes. Iba dirigido a convertir A Coruña en un referente gastronómico.

-¿Y cuál fue su gran logro?

-Yo tenía una fijación especial con Alvedro. Le dediqué el 40 % de mi tiempo mientras estuve aquí. Y tuvo sus frutos. Vivimos de días de gloria cuando conseguimos tener vuelos internacionales como Londres o Lisboa y teníamos pendientes otros como la conexión con Ginebra. Esa conectividad internacional vino porque convencimos a las compañías mostrando las empresas, como Inditex, que tenían aquí su sede. Superamos la barrera del millón de pasajeros para que Aena ampliase la categoría del aeropuerto e invirtiese más.

-Desde un punto de vista turístico, ¿qué le falta a A Coruña?

-Absolutamente nada, se puede vender por sí sola porque es un producto realmente apetecible. Lo único que podría faltarle es más proyección internacional, pero no solo a la ciudad, sino a Galicia en general. Se han centrado los trabajos en el turismo nacional, que está muy bien, pero hay un mercado internacional en el que puede hacerse valer.