«Cinema Paradiso» en Santa Bárbara

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La sala de cine tiene capacidad para unas 150 personas y entre las sorpresas que ofrece están las dobles vigas del techo.
La sala de cine tiene capacidad para unas 150 personas y entre las sorpresas que ofrece están las dobles vigas del techo. fotos: paco Rodríguez< / span>

Cine, gimnasio, grandes aulas y vetustos laboratorios languidecen en Pedralonga

03 abr 2015 . Actualizado a las 08:43 h.

La fábrica de armas de A Coruña, «por las medidas de seguridad que la producción de armamento lleva aparejada, es una gran desconocida para la mayor parte de los ciudadanos». Esto escribió, a finales de los años noventa, el historiador Carlos Pereira Martínez en su libro Fábrica de armas de A Coruña. Seis décadas de historia. Las miles de noticias sobre estas dependencias y las movilizaciones de sus trabajadores no han evitado que para muchos siga siendo desconocida.

Pereira calificaba la publicación como «la primera historia, sintética eso sí, de esta fábrica que tanto ha significado, y significa, para los habitantes de esta comarca (miles de personas trabajaron en ella, centenares de jóvenes estudiaron en su Escuela de Formación Profesional, practicaron de una forma organizada el deporte en sus múltiples equipos, disfrutaron también de sus instalaciones)». Y ahí siguen -en lo que es otra fábrica de armas- el cine, los laboratorios, el gimnasio, las grandes aulas desvencijadas, cubiertas de polvo, con los pupitres apilados y los enormes encerados negros. Son instalaciones que están en inmuebles en cuyo exterior puede leerse: «Edificio fuera de servicio».

Han pasado décadas desde que «en 1960 se termina la instalación del gimnasio de la Escuela de Formación Profesional Obrera, así como se prepara la zona destinada a instalaciones deportivas, quedando trazado y adaptado el campo de balonmano, voleibol, baloncesto, tenis y la pista de atletismo», relata Pereira.

La huella cinéfila en «300»

Ahí sigue el cine, con su proyector que parece haber sido abandonado a toda prisa, como si el operador hubiera tenido que salir un momento, ya que hasta dejó su chaqueta colgada. Es el Cinema Paradiso de Pedralonga, con las butacas vacías y una pantalla hecha trizas en la que solo se podrían ver imágenes recortadas, como las tiras de fotogramas de la célebre película de Tornatore.

De todos modos, el cine dejó huella en los empleados de la fábrica de armas que pasaron por esa sala ahora en ruinas; una prueba de ello es que el grupo de 60 extrabajadores, que va camino de los dos años movilizándose en defensa del futuro de las instalaciones, en más de una ocasión han lucido en sus camiseta reivindicativas imágenes de la película 300, una recreación de la épica batalla de la Termópilas.

«A ver qué podemos hacer con todo esto»

Una parte de las instalaciones del área recreativa de la fábrica de armas ha sido segregada por el Ministerio de Defensa y cedida al Ayuntamiento de A Coruña. Esto ocurrió antes de que se llevara a cabo la adjudicación de las instalaciones, tras el cierre y abandono de las mismas por parte de General Dynamics. Los nuevos responsables de las instalaciones, la empresa Hércules de Armamento, no tienen, por el momento, planes para estas viejas dependencias que ocupan varios inmuebles separados de las naves donde se va a desarrollar la producción de la factoría.

«Por el momento ya tenemos bastante con poner en marcha la fábrica, a ver qué se puede hacer con todo esto», apunta Juan José Gómez, uno de los responsables de Hércules de Armamento. De todos modos, Gómez reconoce que son muchas las posibilidades que ofrecen las mismas de cara al futuro, si bien por ahora son solo eso: posibilidades de futuro.

En la misma línea, aunque ya como algo concreto, está el proyecto de hacer un museo de la fábrica que tendría su sede en el que ha sido hasta hace poco tiempo el edificio principal de estas instalaciones. Por el momento, en dicho inmueble solo tienen previsto instalar la oficina institucional de la fábrica de armas, un lugar donde poder recibir a visitantes y clientes. De todos modos, el funcionamiento diario de la gestión industrial se está llevando a cabo en otra de las naves cercanas a la entrada de las instalaciones. En la parte próxima a la avenida de Alfonso Molina está la que parece otra fábrica de armas, la desconocida.