El multitudinario recorrido estuvo presidido por el Arzobispo de Santiago
28 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.A Coruña volvió ayer a recordar y a celebrar la muerte de Cristo. La procesión de los Dolores es el primer acto religioso que se celebra en la ciudad para conmemorar la Semana Santa.
El acto, iniciado en la parroquia de San Nicolás sobre las ocho de la tarde, estuvo presidido por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que acompañó en todo momento el recorrido del paso de la Virgen.
Centenares de fieles, vestidas con las ya tradicionales mantillas y acompañando su camino con velas siguieron a la imagen en todo su recorrido, desde la calle Bailén, pasando por la calle Real, Rúa Nueva, San Andrés, Estrecha de San Andrés, Marqués de Pontejos, San Agustín, y de vuelta a la iglesia de San Nicolás.
El buen tiempo, sin lluvia y con buena temperatura, permitió el recorrido de la procesión sin ningún tipo de incidencia, reinaron solamente los rezos y las oraciones... Y el silencio, solamente roto por los cánticos religiosos de varias corales durante el recorrido.
La procesión de los Dolores, que da inicio a la Semana Santa coruñesa, la preside una talla de madera policromada, que data de 1809 y representa a la Madre de Cristo doliente, con siete puñales clavados en el corazón.