«Costó Dios y ayuda hacerla, pocos tenían fe en el proyecto»

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El exconcejal recuerda las dificultades para poner en marcha la nueva vía

17 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Florencio Cardador fue concejal de Obras Públicas en A Coruña en los tiempos en los que se empezó a pensar en serio en la tercera ronda. Esa nueva vía de acceso y salida de la ciudad que hoy es una realidad nació en su departamento.

-¿Cómo se gestó esa carretera?

-Cuando empezamos a negociar el tramo de la Xunta, el que va del pavo real a Marineda, empezamos a hablar de un nuevo vial sin peaje. Fue hacia el 2001 o 2002 y un gran impulsor del proyecto fue el ingeniero Enrique Mitchel Esclusa. De hecho, cuando se puso la gasolinera en San Cristóbal ya hicimos en su día un informe negativo porque ya veíamos la necesidad de una salida por ahí.

-¿Cómo se puso en marcha?

-Entonces todos pensaban en ensanchar Alfonso Molina, no en esto. Hablé mucho con Carmen Marón y estuvimos peleando mucho tiempo porque algunos, tanto dentro como fuera, no lo veían.

-Pero lograron que arrancara.

-Al final logramos convencer a todo el mundo. Aunque soy socialista, el primer ministerio que se ocupó en serio del asunto fue el de Álvarez Cascos. También Cuíña tuvo una visión estupenda con la necesidad del vial 18 para conectar con la AP-9. Sin eso la tercera ronda está coja.

-Al final tardó casi una década.

-El primer tramo se hizo de acuerdo con Culleredo y fue rápido. Después hubo problemas, llegó la crisis, alegaciones... Costó Dios y ayuda sacarla adelante porque pocos tenían fe en el proyecto. Hoy está ahí y va a cumplir una función, sobre todo cuando se enlace con la autopista. Los hay que creen que estas inversiones no son necesarias, pero los coches existen.