El Gran Hermano de las obras

Jorge Casanova
Jorge Casanova SANTIAGO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Un estudiante de la Escuela de Arquitectura Técnica de A Coruña presenta un sistema para controlar recursos humanos y técnicos a través de drones

15 feb 2015 . Actualizado a las 19:09 h.

«La idea se me ocurrió trabajando en una obra de viviendas unifamiliares, donde me di cuenta de que no se sabía de quién era el material, ni cuándo había que devolverlo, ni cuándo lo habían trasladado hasta allí», explica Raúl Díaz, un estudiante de la Escuela de Arquitectura Técnica de A Coruña que la semana que viene defenderá un interesante proyecto de fin de carrera con el que afirma que se podrá poner fin a este descontrol.

El proyecto es, en esencia, una aplicación a través de la cual la empresa encargada de la obra podrá gestionar con pocos recursos su maquinaria a través de códigos y etiquetas. Cada aparato llevará un código que, al ser leído, ofrecerá la información que el empresario precise para su control: cuántos días lleva ahí, su coste de mantenimiento, cuándo ha de ser devuelta... Y la lectura de los códigos puede ser efectuada por uno o varios drones dotados de cámaras y procesadores informáticos, de modo que un solo empleado desde una oficina puede conocer y gestionar en poco tiempo dónde está su pequeño o gran ejército de máquinas y qué está haciendo exactamente. El sistema, pues, convierte el ámbito de la obra en una especie de Gran Hermano donde está controlado desde la excavadora hasta el andamio. Algo así como el fin del escaqueo y un ahorro que su creador cuantifica en un 15 % en el alquiler para determinadas empresas de construcción. Ha llamado a su invento DMS (Device Management System).

En la escuela están encantados con el proyecto porque empieza a consolidar una apuesta por la tecnología y el talento de sus alumnos. La gestión de costes es uno de los apartados en los que se han especializado algunos de los alumnos que han ido directamente a trabajar en proyectos de Dubái o Canadá: «Las cosas han cambiado mucho y, si antes no importaba tener olvidada una hormigonera con un coste de cien euros al día, hoy todo eso se mira con lupa», explica Manuel Porta, uno de los profesores que ha tutelado el proyecto de Raúl Díaz.

El director de la escuela Pedro Nogueira considera imprescindible aunar «los saberes tradicionales de la profesión con las tecnologías y los sistemas de gestión emergentes a nivel internacional». El uso de los drones es uno de los sistemas que más están teniendo en cuenta ya que la capacidad de estos ingenios para alcanzar perspectivas insólitas o de difícil acceso los convierte en herramientas de enorme interés en las tecnologías de la construcción. De hecho, uno de los profesores de la escuela, Gustavo Robleda, se ha convertido en uno de los pioneros en obtener la titulación obligatoria para manejar este tipo de aparatos.

Raúl Díaz, el estudiante que ha ideado la aplicación de control DMS está pendiente de su patente. Hasta la fecha, los operadores de gestión a quienes se la ha presentado no le han visto más que virtudes, lo que demuestra que las nuevas tecnologías igualan a los emprendedores. Lo que les diferencia es el talento, la imaginación y la audacia. Y a Raúl, eso le sobra.