Lo mejor para evitarlo es disponer de una puerta blindada con marcos de calidad, pero en ese caso no hay que olvidar disponer de una cerradura a la medida, ya que la mejor puerta se abrirá sin problemas si su cierre cede ante una cola de ratón o ante el bumping. Lo aconsejable, dicen los expertos, es utilizar una cerradura de cuatro giros, que es mucho más difícil de abrir, o una incluso de más calidad.
En general los ladrones evitan perder el tiempo con los cierres complejos, prefieren las presas fáciles a arriesgarse forzando un cierre acorazado o muy complicado. Aun así, el método de defensa mínimo más efectivo pasa por la colocación de un cerrojo de llave. La presencia de una segunda cerradura disuadirá a la mayor parte de los ladrones, y además el cerrojo casi invalida la utilización del sistema de entrada por el marco, que es uno de los más utilizados cuando la entrada se complica. Un buen cerrojo, instalado de la manera correcta, costaría alrededor de 150 euros, según las agrupaciones de cerrajeros.