Antonio Orozco: «En A Coruña me enamoré hace años de una gallega que era lo más»

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Llega en su momento más dulce a María Pita apuntando a un lleno total

06 ago 2014 . Actualizado a las 14:36 h.

El año pasado se conjuró la tormenta perfecta para Antonio Orozco. Su participación como coach en La Voz le dio presencia mediática, el single Llegará subió a los más alto como un misil y el disco Dos orillas logró el Disco de Oro en solo un día (el de Platino tardaría un par de semanas). ¿El resultado? Una agenda apretadísima que lo trae esta noche a la ciudad (plaza de María Pita, 22 horas, gratis).

-¿Cómo se logra eso de ser Disco de Oro en 24 horas?

-Creo que se tienen que alinear los astros, tener mucha suerte, poca vergüenza y muchísimas ganas de trabajar. Hay que hacer una campaña muy bestia de promoción. Luego, llegaron las firmas de discos con miles de personas. Estoy muy contento, tío. Parece que hemos acertado con las canciones y nos están poniendo en todas partes.

-¿Qué influencia tuvo «La Voz»?

-Mucha. Caí en gracia y eso hace que la gente sintonice más con mis planteamientos. De todos modos, yo siempre digo que La Voz igual que te lo da te lo quita. Lo importante es que llevo 14 años ahí y todo ese trabajo es lo que me permite ahora hacer una gira que no podía ni soñar. Estoy en una nube.

-Ha dicho que esta sería una gira psicodélica. ¿Lo puede explicar?

-Bueno, lo digo en el sentido de que cuando uno va a un concierto de un artista y escucha cosas que no se espera pues entra la psicosis, la psicodelia y luego el buen gusto. Es muy importante reinventarse y que la gente flipe. Hemos estado en Santiago hace poco y fue uno de los conciertos más bestias que haya vivido en mi vida. Y es por eso. Canciones como Devuélveme la vida, No hay más o Quien me quiera aparecen de un modo tan diferente que la gente se contagia como si fuera algo nuevo.

-¿No para de sorprenderse a sí mismo en este punto de inflexión?

-Llevo mucho tiempo, pero ahora es un gran momento, algo dulce y bonito. También sé que esto se acabará. No tengo ninguna duda. Durante este tiempo me encontré dándole pellizcos a los espejos del hambre que estaba pasando. Esto es así. El mundo de la música es para funambulistas y siempre hay que hacer equilibrios. Aunque los intentemos hacer, a veces, con disimulo.

-Aquí alucinará tanto o más que en Santiago. Será un lleno.

-En A Coruña he tenido tiempo de todo. He tenido tiempo de divertirme, de aburrirme, de enamorarme, de desenamorarme y hasta de emborracharme.

-¿Se enamoró aquí?

-Pues claro, ¿quién no se ha enamorado en A Coruña? Claro que me enamoré, hace años, de una gallega que era lo más. La tengo en muy buen aprecio y ahora es muy amiga mía.

-¿Le escribió alguna canción?

-¡A ti te lo voy a contar! [suelta una carcajada]. ¿Tú quieres que mi mujer me mate?

-¿Estará ese antiguo amor entre el público hoy?

-Estará, seguro que sí.

-¿Se considera una persona de verano?

-Sí, pero sobre todo desde que soy padre. El verano me gusta porque tengo más tiempo para estar con mi hijo.

-Con el éxito tendrá poco tiempo.

-¡Qué va! No tiene colegio y puede viajar conmigo. Es la mejor compañía que puedo tener.