Nostián convierte en dinero los yogures caducados

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Las destrucción de lácteos factura 25.000 euros al año, que se suman a otros ingresos por venta de envases y papel

05 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La planta de Nostián, que gestiona Albada, se ha convertido en un agujero para las cuentas públicas. Los costes, más elevados de los previstos, supusieron ya un aumento del gasto público para pagar a la empresa, que todavía podría recibir más fondos por los desequilibrios existentes.

Con todo, en Nostián no todo es gasto. Desde la planta se las ingenian para sacarle dinero a la basura. La auditoría encargada por el gobierno local revela algunos datos curiosos, como el de los yogures caducados que se destruyen allí y que generan unos 25.000 euros de ingresos al año. Además de dinero, apuntan desde la empresa, aportan un sustrato óptimo para obtener un compost de calidad, materia que hoy por hoy no es rentable pero a la que desde Albada esperan sacar beneficios con las nuevas regulaciones que se implantarán a nivel europeo.

El 61% de los ingresos de Albada proceden del canon que paga el Consorcio (25%) y el Ayuntamiento de A Coruña (36%). El resto procede de otros conceptos como la gestión de los rechazos (14%) y otras ventas como la de energía y subproductos varios que aportan porcentajes residuales.

Además, hay otros 16% -donde entrarían los yogures- que se corresponde a los denominados sistemas de gestión integrada (SIG). Los fondos se obtienen en ese caso por el pago previo que hacen los consumidores al adquirir determinados bienes que llevan sumada a su precio una cantidad para su futuro tratamiento como residuo. Así, en función de las toneladas tratadas, la empresa cobra una cifra. El tratamiento de envases, vidrio y papel entra en es cuenta que, según fuente de las empresa, supuso un ingreso de 5,6 millones de euros de los 1,6 fueron para el Consorcio, otros 2 millones para el Ayuntamiento de A Coruña y 2 millones más para la empresa. Desde la firma destacan que en el caso de los envases la media gallega de reciclaje está en 6 kilos por habitante y año, mientras que en Nostián se ha llegado a los 16 kilos, con la esperanza de seguir subiendo.