El Circo del Sol acerca su magia a Galicia

A CORUÑA CIUDAD

La compañía canadiense debuta la próxima semana en A Coruña con el espéctaculo «Quidam», del que ya se han vendido más de 44.000 entradas, convirtiéndose en el evento cultural de pago que más público ha logrado reunir en la ciudad. Un escenario en constante movimiento en el que los 52 acrobatas realizarán todo tipo de número de contorsión aérea para hacer soñar al espectador

20 dic 2013 . Actualizado a las 15:20 h.

Es uno de los grandes atractivos de la programación cultural de este año en Galicia. Prueba de ello es que ya se han vendido más de 44.000 entradas para este espectáculo del Circo del Sol, que lo convierte en el récord de público de un evento cultural de pago en A Coruña, al superar las más de 20.000 que reunió Prince en 1990. En total serán 10 funciones entre los días 25 y 29 de diciembre en el Coliseo. En comparación con cualquier otro montaje de la compañía canadiense, Quidam no lleva al espectador a un mundo imaginario de sorpresas y magia, sino que nos muestra una emanación de nuestro propio mundo -habitado por gente real y problemas relevantes alrededor del planeta. Subtitulado como El viaje de una joven (Zoe) a un mundo imaginario, se centra en la intrascendencia del individuo en una sociedad que lo eclipsa totalmente. La pequeña Zoé está aburrida, sus padres distantes y apáticos, la ignoran. Su vida ha perdido todo significado. Buscando llenar ese vacío dentro de su existencia, ella mismo se introduce en un mundo mágico e imaginario: el mundo de Quídam, donde conoce a personajes que la motivan a liberar su alma.

Quidam es un desconocido sin nombre, una figura solitaria merodeando en una esquina, un transeúnte solitario, un individuo apresurado, un personaje cualquiera. Y en base a ese anonimato Cirque de Soleil lo presenta como un representante de la mayoría silenciosa, ese que «grita, sueña y canta en uno de nosotros».

Una música diferente

En el show, dirigido por Franco Dragone, los espectadores podrán disfrutar de acrobacias y números de contorsión aérea, en los que el artista hace actos acrobáticos mientras está suspendido de una banda larga de tela de seda; del swing en las nubes, donde se lanzan en una serie de caídas acrobáticas desde el aire; de diábolos; de balanceo a manos, donde demuestran un control y una fuerza excepcional; de la rueda alemana, en la que el artista gira, da vueltas y maniobra mientras hace saltos que desafían todas las leyes de la gravedad; de brincos; de aros aéreos; de malabarismos o de statue, un acto que es testigo de la belleza del cuerpo humano. En la coreografía también se incluye el Spanish, que rompiendo la tradición, es interpretado por cinco artistas que vuelan mucho más allá del escenario, conectados a un mecanismo de cuerdas llamado téléphérique. En turno o como grupo, los acróbatas saltan elegantemente al vacío, detenidos solo por las cuerdas enredadas a sus tobillos o cinturas. El arco (también conocido como téléphérique) domina el escenario recreando estructuras monolíticas, como una estación de tren o un aeropuerto donde la gente va y viene. El piso, construido por azulejos de metal perforado, es iluminado desde el superior e inferior de estos, dándole toques metálicos en ocasiones y en otras incandescentes.

Cirque du Soleil ofrece una nueva perspectiva de la letra de las canciones. Por primera vez, la fragilidad de una voz infantil se combina con la potencia de una voz varonil para crear una combinación sensible e intensa. La música de Benoit Jutras, que es apasionada e intensa, es interpretada en vivo por seis músicos que tocan una variedad de instrumentos como el violín, cello, percusiones, saxofones, guitarras clásicas y eléctrica y teclados. Todo ello, gracias a los 52 artistas que vestirán más de 250 disfraces.

Quidam se estrenó en Montreal, bajo la Gran Carpa, en el 1996. Desde entonces la producción ha viajado por los cinco continentes. Ahora llega a Galicia.