Flores contra el olvido tomaron los camposantos de la comarca

Patricia Blanco
Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La afluencia a los cementerios fue masiva pese a la intensa lluvia

02 nov 2013 . Actualizado a las 07:10 h.

La lluvia cruzó ayer la Costa da Morte. Cobijó toda la comarca bajo un manto de agua y un cielo gris que solo combatía el intenso colorido de las flores que numerosos vecinos portaron hasta los cementerios. De ese modo, aprovechando el día festivo de Todos los Santos y en víspera de Difuntos, quisieron rendir una pequeña ofrenda a sus seres queridos fallecidos. Fue una lucha por sujetar el paraguas: si bien algunos trataban de aprovechar treguas, otros desafiaron al mal tiempo. Desde primera hora de la mañana, por las calles se veían flores. En Vimianzo, a las once y media, una treintena de personas se afanaban en adecentar los nichos. Variedad de colores y de centros. Grandes y pequeños.

La misa de las cinco de la tarde en el cementerio de Carballo congregó a una gran multitud de fieles, una imagen masiva que se repite año tras año, aunque el ir y venir de personas fue incesante en todos los camposantos de la Costa da Morte. En Baio, cercana ya la una y media de la tarde, una joven depositaba sendas rosas a dos mayores que, para ella, dijo, habían sido como abuelos. A su lado, otros visitantes intentaban dejar encendidas dos velas. Poco antes, en Laxe, Emilia y Javier llegaban al camposanto desde A Coruña para poner unas flores en las tumbas de sus familiares. Descansa allí, entre otros, Xabier, el padre del chico. Fuera, el contenedor de la basura lleno hasta los topes de flores viejas y bolsas daba señal de la intensa limpieza a la que fueron sometidas las sepulturas para estas fechas.

Hoy, posiblemente, y siendo el día de Difuntos, será otra jornada de afluencia en los camposantos de la Costa da Morte. Para dejar ramos o simplemente para hacer una visita. Porque no todos optan por dejar su recuerdo en forma de ofrenda floral.