El Coliseo de A Coruña acogerá en diciembre un espectáculo de El Circo del Sol

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La compañía canadiense debutará así en la ciudad herculina con «Quidam»

23 may 2013 . Actualizado a las 19:58 h.

La compañía canadiense Cirque Du Soleil (El Circo del Sol) actuará por primera vez en A Coruña en la próxima Navidad. Será entre el 25 y el 29 de diciembre en el Coliseo con Quidam, un espectáculo que llevan representando por todo el mundo desde 1996. Pendiente todavía de su presentación oficial, las entradas aún no están a la venta. De todos modos, la referencia más cercana (Sevilla, la ciudad predecesora en el calendario) oscila entre 37 y 77 euros según tipo de localidad.

De este modo, se cumple uno de los viejos objetivos del área de Cultura del Ayuntamiento en general y del Coliseo en particular. El Circo del Sol, que se define a sí misma como una empresa de «montaje dramático de artes circenses y esparcimiento callejero», es una referencia internacional de primer orden en su terreno. Sus espectáculos han visitado las principales capitales del mundo y a su servicio trabajan más de 5.000 empleados, de los cuales 1.300 son artistas de hasta 50 países diferentes.

Quidam lo dirige Franco Dragone. Subtitulado como El viaje de una joven (Zoe) a un mundo imaginario, se centra en la intrascendencia del individuo en una sociedad que lo eclipsa totalmente. Según el texto promocional del show, el personaje es «un desconocido que pasa, un transeúnte solitario, el individuo apresurado, un personaje cualquiera». En base a ese anonimato, El Circo del Sol lo presenta como un representante de «la mayoría silenciosa», esa que «grita, sueña y canta en cada uno de nosotros».

Escenografía minimalista

Quidam huye del barroquismo de otros proyectos de El Circo del Sol y se inscribe en su temática oscura con toques de surrealismo. Tal y como lo describe la propia compañía este se desarrolla «en un set minimalista, dominado por un arco gigante, que evoca a una estructura monolítica que se asemeja a una estación de trenes o un aeropuerto, por donde transita gente constantemente».

Destaca especialmente el piso, «fabricado con placas metálicas perforadas, está iluminado desde arriba y abajo, y luce a veces metálico y otras veces incandescente». Con todo ese juego de luces se pretende transformar el ánimo de las escenas, desde la risa de la comedia hasta la tensión de la tragedia. Además, el escenario giratorio plantea un mundo en constante cambio.