«Se quejaron a Franco cuando hice la Torre de los Maestros»

A CORUÑA CIUDAD

GUSTAVO RIVAS

Esta pionera mujer recuerda cómo el alcalde Molina le tiraba los tejos

17 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Corren los años cincuenta en A Coruña. «Si adelita se fuera con otro», de Jorge Negrete, suena a todas horas en la radio. Milagros Rey Hombre (Madrid, 1930) tiene veinte años y una licenciatura recién estrenada. Acaba de convertirse en la primera arquitecta de Galicia y la tercera de España. Se ha criado entre los planos y maquetas de su padre, Santiago Rey Pedreira, en su casa-estudio de la calle Fontán. Muy pronto, ella también hará historia con proyectos como la Torre de los Maestros o el Polígono de Elviña. Mientras, el alcalde, Alfonso Molina, le tira los tejos. «Hubo sus más y sus menos», confiesa, coqueta.

-Así que había tiempo para estudiar, trabajar y salir de fiesta.

-Yo bailaba que me las pelaba, me he divertido mucho. El alcalde Molina organizaba unas fiestas tremendas.

-¿Con cuántos maestros tuvo que lidiar para hacerles la torre?

-Eran buenos clientes. Una gente con el cerebro puesto en su sitio. Pero la historia fue otra.

-¿La de que el edificio se mueve con el viento?

-Yo sabía que tenía que trabajar con un hormigón más resistente, que aguantase los meneos de aire que había en la zona. Pero el arquitecto Lucio Costa me pasó la teoría del hormigón no elástico del ruso Timoshenko.

-Proyecta la torre según Timoshenko, ¿y qué pasa después?

-Que saltó el capitán general. Dijo que era «faltar al amor a la patria utilizar métodos soviéticos para hacer un edificio». Hubo un enfado bestial por parte de los ingenieros (poco menos que se fueron en masa a ver a Franco), y pude sacar adelante el proyecto. Ya me dirá qué tiene de antipatriótico el cálculo de resistencia de una estructura. (Risas).

-Por esa época también diseñó usted el barrio de Zalaeta.

-Trabajé para ordenarlo y hacer la urbanización. Pero le digo una cosa: cuando veo la monstruosidad que se ha consentido allí, por ganar un centímetro de suelo, es como para hacer un fusilamiento en masa de ciertos constructores de A Coruña cuyos nombres me sé.

-¿Pero qué algo tan malo han hecho allí estos constructores?

-¿Tú has visto que en A Coruña haya catacumbas? Pues en Zalaeta las hay. En los bajos de los edificios hay viviendas sin ventilación que son peores que una chabola.

-¿Qué piensa de la arquitectura que se hace ahora?

-Que todo eso de la sostenibilidad es una cosa que ronda el camelo. Como te sople nordeste, ¿qué te importa a ti la orientación y ventilación de la casa?

-¿Le gusta algún arquitecto?

-Me gustan los que están siguiendo la línea de Mies Van der Rohe, porque son sinceros, abiertos y limpios en sus conceptos. Y sobre todo, porque lo que hacen, sirve. La arquitectura no está para decorar, sino para cumplir un servicio.

-¿Le da pena ver el parón que atraviesa ahora la profesión?

-Se lo han buscado. Ver derribar inmuebles de calidad, solamente porque tenían una forma anticuada, para levantar un edificio «modernete», me pone a morir.

-¿De qué construcción deberían sentirse más orgullosos los coruñeses?

-Únicamente, y recalco, ú-ni-ca-men-te, la fachada de las galerías de la Dársena. El resto es de llorar.

-En María Pita están a vueltas de nuevo con las terrazas.

-Mira que han estropeado esa plaza. Si la hubieras conocido como yo la conocí, te indignarías.

Milagros rey fue la primera arquitecta de Galicia y la tercera de España