Expulsado de la carrera el fiscal que denunció a sus superiores

a. mahia A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Juan Antonio Frago ya había sido expedientado en varias ocasiones

07 jul 2017 . Actualizado a las 17:28 h.

El Consejo Fiscal acordó hace unos días por amplia mayoría separar del servicio a Juan Antonio Frago, el fiscal que denunció varias veces a sus superiores. Se enfrentó a la fiscala jefa de A Coruña por asuntos de gravedad, como discriminación laboral, acoso moral o manipulación de documentos. Esa actitud le trajo problemas, pues terminó siendo expedientado hasta cuatro veces por faltas graves. La última fue la que derivó en su expulsión de la carrera fiscal.

El pulso que mantuvo Frago desde hace años con su superiora, la fiscala jefa de A Coruña, Esther Fernández, se originó por una muerte. La de una mujer que apareció ahogada en una playa de Carnota en julio del 2008. Cuando él se hizo cargo del caso vio lo que no habían visto los investigadores y la autopsia, que determinaron que se trataba de un suicidio. El ahora exfiscal estaba convencido de que se trataba de un asesinato y hasta apuntó al compañero de aquella mujer. Ahí es cuando se encontró con la fiscala jefa de A Coruña, que apenas llevaba unos meses en el cargo. Como supervisora del trabajo de todos los fiscales, le ordenó dar marcha atrás en la acusación, emplazándolo a buscar pruebas, puesto que ninguna hacía sospechar del compañero de la víctima.

A raíz de ahí, las quejas de una y otra parte se sucedieron. La primera, en el 2010, cuando Esther Fernández le abrió diligencias después de que una jueza de Padrón emitiese una queja contra él, que luego archivó.

Las relaciones terminaron por romperse cuando el 11 de noviembre del 2011 Frago elevó una queja ante el fiscal superior de Galicia porque se consideraba discriminado en el reparto del trabajo, no tenía teléfono en su mesa y percibía «con más de un sentido» cuando alguien hacía uso del baño pues tenía la mesa al lado del aseo. Esta denuncia fue remitida a la Inspección Fiscal, en Madrid, que archivó el caso y abrió expediente a Frago. Un mes después, el fiscal presentó una demanda en el Tribunal Superior de Xustiza por discriminación por razón de sexo y acoso moral en el trabajo. No fue admitida.

Quejas y querellas continuas

Con las relaciones rotas con sus superiores, Frago presentó ante otra querella contra la fiscala jefa y el teniente fiscal por falsedad en la documentación que aportaron a la Inspección. Y presentó otra querella contra un compañero por omisión del deber de perseguir delitos. Nada de lo presentado se admitió a trámite, y luego los medios de comunicación recibieron un anónimo que relataba una a una las quejas hacia la fiscala jefa.