El Orzán, un mar de tragedias

Susana Acosta
S. acosta A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La bahía coruñesa se ha cobrado la vida de 12 personas en los últimos seis años, la mayoría visitantes o pescadores

21 oct 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Tan bonita como peligrosa. Así es la bahía del Orzán, uno de los símbolos de A Coruña y donde la lista de tragedias no para de crecer. En tan solo seis años, estas aguas se han cobrado la vida de doce personas, la mayoría de ellas pescadores o visitantes de fuera de la ciudad que desconocían la peligrosidad del mar y sus corrientes. Prueba de ello es la última víctima, el vagabundo polaco y de nacionalidad británica Jan Antoni Landsman, que murió el pasado domingo al chocar su velero contra las rocas de la Casa de los Peces. Viajaba en precarias condiciones y sin cartas de navegación, lo que hacía que desconociese la zona.

También por desconocimiento murió el pasado 27 de enero Tomas Velicky, el estudiante eslovaco que se alejó de sus amigos y se acercó a la orilla de la playa para orinar tras una noche de juerga y en pleno temporal marítimo. Una ola se lo llevó y con él también murieron tres policías nacionales -Rodrigo Maseda, José Antonio Villamor y Javier López- que intentaron salvar al joven, y a los que siempre se recordará como los héroes del Orzán. Minutos antes de que el mar se cobrara la vida de estos agentes, un imprudente militar francés también se bañó en el Orzán, a pesar de las olas y haciendo caso omiso a la alerta marítima. Tuvo suerte y consiguió salir del agua.

Cerca de la orilla

Un inmigrante argelino, tras pasar la noche de San Juan del 2011 y bajo los efectos del alcohol, se echó a nadar y halló la muerte a escasos metros de la orilla. Asimismo, un niño de unos cuatro o cinco años casi se ahoga en febrero del 2011 por la imprudencia de sus padres.

En diciembre del 2007, Patricia Vara Centeno, madrileña de 32 años, murió tras ser arrastrada por las olas cuando paseaba de madrugada por la playa junto con dos compañeros. Había venido a la ciudad a una convención. El año 2006 también fue especialmente negro. Un holandés, René R., de 45 años, pereció arrastrado por una ola cuando fotografiaba la dureza del mar junto a los acantilados del Millenium. Una semana más tarde murió el pescador aficionado Antonio Naya Maneiro, que se cayó al mar. El 24 de abril falleció Héctor Carreira, vecino de A Coruña, que perdió el equilibrio cuando caminaba por las rocas, al igual que le ocurrió a Antonio Muñoz. Y Fernando Fernández perdió la vida el 21 de noviembre al ser arrastrado por un golpe de mar.