Percebeiros de la zona limpiarán sus bancos de «mexóns»

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

01 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Percebeiros de Laxe y de Corme dedicarán este mes y probablemente el próximo a tareas que se conocen como rareo y que tienen como finalidad limpiar determinadas zonas de los ejemplares que tienen menos valor comercial

¿Qué percebes son esos?

En la zona se conocen como mexóns y son crustáceos largos y delgados. Suelen valer bastante poco. Al principio, las agrupaciones aprovechaban la venta de estos percebes para pagar algunos gastos, pero eso ya no se hace a causa de los bajos precios y de que cada vez hay menos ejemplares válidos en la zona.

¿Por qué se quitan?

Para permitir que los percebes más vigorosos tengan mayor espacio y adquieran grosor. Esa era la intención al principio, pero lo que se pretende ahora es proteger el recurso, ya que solo en el caso de la cofradía de Laxe hay establecida una veda, en noviembre. Al entresacar solo los peores ejemplares se protege mejor el recurso.

¿Cómo se controla?

La Consellería de Medio Rural e do Mar ha decidido ejercer mayor control sobre los percebeiros que realizarán el rareo. Durante este tiempo no se podrá vender en el Muro de A Coruña, donde habitualmente se llevan los mejores ejemplares. Los percebeiros de Corme están obligados a acudir a la lonja de Malpica, puesto que la suya lleva años cerrada, y los de Laxe tendrán que acudir su propia rula. En las lonjas autonómicas el control es mayor.

¿Cómo son los percebes que se pueden extraer?

Deben tener más se seis centímetros de largo y solo los percebeiros solo podrán acudir a determinadas zonas. En el caso de Corme, las áreas reservadas son O Canteiro, que va desde la desembocadura del Anllóns al puerto de Corme, y As Rosas, desde la ensenada de Grixoa hasta punta Nariga. Incluye las piedras conocidas como cercadas, por lo que pueden ir tanto los mariscadores de a pie

como los que van desde tierra.

¿Cuánto pueden retirar en cada jornada?

Diez kilos como máximo en cada jornada. El día no cuenta en el cómputo anual y los mariscadores no tienen obligación de trabajar. En la concesión de Muxía estuvieron años solicitando permisos para rareos, pero los realizaron en muy pocas ocasiones. Esta vez ni siquiera figura en su plan de explotación.

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