Una nueva afrenta a la Costa da Morte

Xosé Ameixeiras
Xosé Ameixeiras CARBALLO

A CORUÑA CIUDAD

14 mar 2012 . Actualizado a las 11:21 h.

La incapacidad y la lentitud de las Administraciones públicas han convertido en inútil un proyecto con el que soñaba la Costa da Morte. El actual Gobierno le ha puesto el «requiescat in pace» a una infraestructura que iba a ser la locomotora de la industria turística de la comarca. Cuatro columnas del Gaiás hubiesen sido suficientes para hacer una obra por la que Muxía y el entorno llevan casi diez años esperando. Todo el trabajo realizado y los gastos hechos van por la borda como el fuel del Prestige. El parador de Muxía se prometió en desagravio al gran desastre del petrolero. Da la sensación de que será necesaria otra tragedia para que los gobernantes se acuerden del Finisterre, mientras su población se ve condenada a sobrevivir en la emigración, como siempre lo ha hecho porque su labor en el campo y en el mar está mal valorado.

A principios del siglo XX, el Gobierno estudió la posibilidad de instalar el Ferrocarril de las Tres Ces (Coruña, Carballo, Corcubión). A pesar de que intentaron resucitarlo en los años treinta, el plan fue arrojado al cajón del olvido. Ahora sucede otro tanto con el parador. Otro tren que pasa y la Costa da Morte se queda en tierra viendo como una oportunidad de progreso se va para siempre.