José Lorenzo, el hombre del Renacimiento que vive en Trazo

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Paco Rodríguez

Ha construido con sus propias manos su casa, un hórreo y un pequeño molino a partir de materiales reciclados

15 ene 2012 . Actualizado a las 13:45 h.

Ya desde la carretera se intuye que la casa de José Lorenzo es especial. Comenzó a construirla hace una década durante los fines de semana, y hasta el último cable de la instalación fue colocado por él mismo. Levantó la vivienda en solo dos años. También ha sido capaz de idear estructuras de metal que se han convertido en arbustos con forma de animal y hasta ha construido con sus propias manos un molino, del que se vislumbran las hélices circulando por Trazo. Todo, absolutamente todo, ha salido de su cabeza.

«Eu primeiro debuxo moito», cuenta este hombre de 67 años, constructor retirado, que se mudó a A Coruña y ahora, ya jubilado, pasa temporadas en la casa que ha levantado con sus propias manos. Después, su mente se pone a funcionar y antes o después, acaba por hacer realidad lo que había plasmado en el papel.

Su molino, realizado con piezas de lavadora y parte de un andamio -incluso realizó él mismo las piedras que muelen el cereal y las hélices, que se mueven al compás de la dirección del viento- es una de las creaciones que más interés despiertan entre vecinos y visitantes. La estructura se levantó en tan solo cuatro meses «porque agora teño máis tempo» y los detalles técnicos que se le escapaban consiguió descargarlos de la Red con la ayuda de la novia de su hijo. Ahora, «ten máis visitas que un médico», explica este hombre. Los propios vecinos de la zona de Castelo, en Trazo, cruzan la entrada de su casa, flanqueada por dos arbustos en los que ha podado pájaros, para ver cómo muele. Incluso personas de fuera del municipio paran al ver la estructura para que les explique cómo funciona.

José Lorenzo, sin embargo, no solo sabe de construcción. También de rehabilitación. El hórreo que preside la entrada de su casa de Trazo estaba hecho añicos y abandonado. Así que se acercó al dueño, que le pidió 100.000 pesetas por la estructura. «Eu pagáballe máis», confiesa, pero llegó a un acuerdo y ese mismo día trasladó la estructura a su casa. Y manos a la obra. Un tiempo después, contaba con un imponente hórreo.

Obras de fontanería

También de fontanería sabe José Lorenzo. El sistema de riego de su jardín fue instalado por él mismo. Una fuente da la bienvenida a su hogar. «Tamén a ficen eu», explica. Y después de conseguir un verdadero zoológico vegetal -con jirafas, pájaros y osos «que ten os ollos con reflectantes, para que se vexa de noite»- ha creado la estructura de lo que en unos meses será «un indio». Algunas están inspiradas en objetos a la venta en las tiendas. Otros han salido de su imaginación. Del mismo modo, ha construido una parrilla preparada para asar pollos.

¿Queda algo más por hacer? Siempre. Los planes de futuro de José Lorenzo pasan por «facer un remolque de tractor e poñerlle o motor» y emprender la construcción de una versión mejorada y más grande del molino que, al menos en el concello de Trazo y alrededores, lo ha hecho famoso.