La villa se distribuía en los ejes A Falperra-Porta do Sol y Real

La Voz

A CORUÑA CIUDAD

12 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Vigo de Pedro Martínez de Montenegro vivió momentos de gran prosperidad, pero también de un dramatismo irrepetible en siglos posteriores. La bonanza económica se plasmó en la expansión urbana. Por el mapa de 1597 sabemos que había una estructura urbana desarrollada, con un eje longitudinal que se abría entre A Falperra y A Lama (Porta do Sol) y otro en la calle Faixa (Real) que daba acceso al centro pesquero de O Berbés. En esta zona era donde se realizaban obligatoriamente las transacciones de compraventa de pescado.

Por el lado oriental, junto a la Camboa se situaba la zona donde vivían los comerciantes ingleses, cuyos barcos fondeaban en la actual alameda. En A Ferrería, como su propio nombre indica, se asentaban los trabajadores del metal. Pescadores y mareantes constituían el grueso de la población.

La vida religiosa da idea de la abundancia. Coincidían la iglesia de Santa María, colegiata desde 1497, la capilla de la Misericordia, el convento del Areal y el monasterio del Berbés.

Al mismo tiempo, la villa se ve obligada a pleitear tanto con Bouzas, como con Baiona y A Coruña, enemigos de la prosperidad local. Las pestes de 1569 y 1579, y el asalto de Drake, en 1589, frenaron en seco el desarrollo de la villa.