El Barrio de las Flores que soñó Corrales

Ángel Varela A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA CIUDAD

31 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Barrio de las Flores es el gran referente de la arquitectura contemporánea en A Coruña. Los alumnos del ramo acuden cada año al lugar para aprender cómo construir viviendas estéticas, funcionales y económicas, a pesar de que la anarquía se ha convertido en norma a la hora de renovar sus zonas comunes.

La historia del barrio comienza cuando a mediados de los sesenta la Obra Sindical del Hogar encarga a José Antonio Corrales -fallecido el pasado domingo a los 88 años- que piense un nuevo asentamiento para una población que crecía empujada por industrias como la refinería. Arquitectos como Andrés Fernández-Albalat, Ignacio Bescansa, Jacobo Losada o José Luque Sobrini participaron en un proyecto que levantó 2.000 viviendas sobre una superficie de 17 hectáreas. Corrales se ocupó de la que sería conocida como Unidad Vecinal nº 3, que, además de pisos y unifamiliares, englobaba equipamientos como una iglesia o una guardería. La fama internacional de la obra de Corrales no corrió pareja con su suerte constructiva. El Arzobispado de la época, por ejemplo, no recibió la iglesia, que fue abandonada y víctima de robos y actos vandálicos. Su reconstrucción en los ochenta obvió algunas de las ideas de Corrales, como los tabiques móviles que modificaban sus estancias.

En el 2004, los arquitectos Miguel Toba -autor de un estudio de referencia sobre la unidad vecinal de Corrales- y Carlos Muñoz Fontenla acompañaron al ya octogenario maestro en un proyecto de rehabilitación que pretendía reparar y recuperar las ideas arquitectónicas originales en las zonas comunes de la unidad de viviendas. Las disensiones vecinales a una idea que venía apoyada por el Instituto Galego de Vivenda frustró su realización, y provocó que un decepcionado Corrales se negase a volver a un conjunto residencial que se estudia en universidades de todo el mundo.

Un recorrido con Miguel Toba por la unidad vecinal descubre el recubrimiento de los avanzados pavimentos ideados por Corrales -que permitían una perfecta evacuación del agua- por un horrible gres marrón o grises aceras de cemento que producen charcos. Barandillas de aluminio gris -antes eran rojas con diseño diferente-, el ascensor comunal cerrado, los modernos lucernarios del aparcamiento sustituidos por otros de pavés, las fachadas pensadas para ser de hormigón a la vista recubiertas de un material gris... Todo lo que Corrales no pudo arreglar afea una obra única.