Una pareja acepta la pena de un año de prisión por irse de dos hoteles sin abonar su estancia

La Voz A CORUÑA/LA VOZ.

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La factura de todo eso ascendió a 635 euros. Pero, lejos de pagarla, abandonaron el establecimiento por separado y sin pedir la factura en ningún momento.

20 jul 2010 . Actualizado a las 11:03 h.

Una pareja, formada por un residente en Arteixo de 39 años y por una mujer sevillana de 34, que estaba acusada de estafa por irse de un par de hoteles de la ciudad sin pagar la cuenta y que fue identificada cuando supuestamente intentaba hacer lo mismo en otro establecimiento hotelero coruñés, aceptó una pena de un año de prisión, en un juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 1, evitando así un juicio en el que se enfrentaban inicialmente a una condena de tres años de prisión y viéndose beneficiados por un recorte en la pena debido al retraso en juzgarse su caso.

En el relato de sus peripecias que se recoge en la sentencia se indica que para aparentar solvencia económica lo que dijeron en las recepciones al llegar a los establecimientos hoteleros era que el hombre venía a A Coruña a trabajar como guardia jurado en un hotel y un centro comercial. Además, se especifica que se alojaban con los hijos de la mujer.

Factura de 635 euros

Los hechos sucedieron en agosto del año 2003, cuando del día 1 al 4, se alojaron en un hotel del centro en una habitación triple y solicitaron servicios de restaurante, cafetería, mini-bar, lencería y teléfono. La factura de todo eso ascendió a 635 euros. Pero, lejos de pagarla, abandonaron el establecimiento por separado y sin pedir la factura en ningún momento.

Ese mismo día cogieron otra habitación en un hotel en la zona de Cuatro Caminos, en su modalidad de pensión completa. Pero después, cuando el personal les indicó que la supuesta empresa que debería correr con esos gastos no lo hacía, el hombre se ofreció a ir a buscar dinero, pero no volvió, mientras que la mujer también se marchó de la recepción sin abonar cantidad alguna. Allí dejaron sin pagar una cuenta que ascendía a un total de 307 euros.

En el tercer intento, en un hotel situado a la salida de la ciudad y de la misma cadena de uno de los anteriores, la recepcionista al ver al hombre y darse cuenta de lo que pretendía avisó a la policía. Los agentes se presentaron en el lugar poco después de recibir el aviso y tras comprobar quién era el hombre decidieron detenerlo.