«Una vez me dijeron: Señora, ¿no cree que es un poco temprano para empezar a beber alcohol?»

La Voz

A CORUÑA CIUDAD

24 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Tuvo sus primeros síntomas a los 23 años. Su abuelo paterno, su padre y uno de sus tíos padecían un tipo de Ataxia, pero a ella nunca se le pasó por la cabeza que le tocaría también a ella. A pesar de todo, hasta los 45 años más o menos no se le complicó realmente la vida, hasta entonces «casi nadie lo sabía», explica María Estrella Pita Sixto, de 57 años. Relata con ternura que era maestra en un colegio, un empleo que abandonó cuando la descoordinación muscular, la falta de equilibrio y las dificultades para vocalizar fueron más que evidentes. Reconoce que no lo vivió como un trauma, aunque le preocupaba que los efectos de la enfermedad fueran evidentes y la gente no supiera interpretarlos. Como lo que le ocurrió en A Coruña una mañana que tropezó y se fue al suelo. «Unas señoras muy amables me ayudaron a sentarme en un banco. Cuando traté de levantarme de nuevo para irme y darles las gracias volví a caer. Ya tenía problemas para vocalizar. Se miraron y me dijeron: Señora, no cree que es un poco pronto para empezar a beber?». Desde entonces procura llevar siempre un bastón, para dejar claro lo que le ocurre. «El borracho es un atáxico temporal. No me considero mejor, pero para ellos es una opción y para mí es una imposición. A la hora de la verdad, los dos somos enfermos y personas». María Estrella Pita Sixto, presidenta de la Asociación Gallega de Ataxia, aún está a la espera de que determinen el tipo exacto de la enfermedad que le afecta a ella.