Las áreas comerciales gallegas, repletas en la víspera de Reyes

A CORUÑA CIUDAD

En la jornada de más actividad del año, clientes y empleados comentaron la insolvencia de Superco, que no afecta a las tiendas

06 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los cinco centros comerciales gallegos gestionados por Superco mantuvieron ayer, víspera de Reyes, su actividad habitual. A las diez de la mañana eran cientos las personas que correteaban por los pasillos de las dos plantas de tiendas de Cuatro Caminos, en A Coruña. El embrión de la empresa (fue inaugurado en 1987) ahora en apuros se desperezaba con el ritmo habitual de cualquier otra jornada y sin más sobresalto en los clientes que el de la curiosidad.

La actividad del día de más ventas del año no se alteró en absoluto. «¿Vais a cerrar?», preguntaba en la cafetería Chotis una mujer de mediana edad al camarero mientras abonaba su consumición. «Eso son cosas de los jefes. Nosotros seguimos trabajando como siempre y nadie nos ha dicho nada», contestaba sin más aspavientos el interrogado.

En las tiendas tampoco hubo interrupciones. Algunas preguntas sobre las posibles consecuencias de la medida adoptada por los responsables de Superco sí asomaban entre los labios de clientes y trabajadores, pero la vorágine provocada por las últimas compras de Reyes apenas dejaba tiempo para ir más allá en el análisis.

Los trabajadores de Superco, apenas treinta, acudieron a su puesto de trabajo en el polígono industrial de La Grela, aunque rehusaron hacer valoraciones sobre la situación de la compañía. «No sabemos nada», se atrevía a musitar alguno con evidente rostro de preocupación.

Entre los clientes del centro comercial Cuatro Caminos eran muchas las especulaciones sobre las causas de la situación de la firma, con teorías para todos los gustos. «Intentan aprovecharse de la crisis para echar a más trabajadores», criticaba un hombre de avanzada edad al pie de una de las joyerías del complejo, mientras conversaba con un conocido.

En El Puerto, pese a que su ubicación también es céntrica, la actividad era menor en cuanto a afluencia de público. El principal motor de este complejo, que se encuentra lejos de alcanzar la ocupación plena de sus locales, es la hostelería y el ocio, aunque en los últimos meses se han instalado algunas tiendas de moda y otros servicios.

«No va a cerrar»

«Este edificio está gafado», denunciaba una usuaria: «Es feo y nunca funcionó bien», lamentaba la compradora, temerosa de que la suspensión de pagos de Superco pudiese llevar aparejado el cierre del edificio. «No va a cerrar. Seguro que, si ellos no hacen frente, aparecerá otra empresa que se quede con él», aclaraba su interlocutor.

«Lo que sea, ya nos lo dirán», declaraba Elena, trabajadora de una de las tiendas de moda del centro Cuatro Caminos, mientras atendía a los numerosos clientes que se agolpaban en el establecimiento.