El instrumento que mide la velocidad del viento (anemómetro) que el Centro de Meteorología Zonal de A Coruña tiene en el faro de Estaca de Bares dejó de funcionar a las diez de la noche del pasado viernes cuando marcaba una velocidad máxima de 58,5 metros por segundo, es decir, 210 kilómetros por hora.
Así lo mostraba ayer Eugenio Linares, farero de Estaca de Bares desde hace alrededor de 25 años y acostumbrado a fuertes vientos. «Esto no ha sido normal», explicaba ayer, «el viento fue huracanado». Tanto, «que aquí desplazó 50 metros un coche que estaba frenado. El Hortensia fue de risa comparado con esto», recordaba Linares. Y es que según la Escala de Beaufort, que clasifica las categorías de los vientos en función de su velocidad, lo del viernes fue un huracán, denominado así a partir de los 118 kilómetros por hora, explica Linares.