El resurgir de las compañías líricas autóctonas

A CORUÑA CIUDAD

17 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Para disfrutar de una excepcional ópera, no hay que viajar a los grandes teatros de Madrid o Barcelona, sino que, desde hace más de diez años, existe en A Coruña la compañía lírica Ofelia Nieto, que está integrada por los mejores alumnos y profesores del conservatorio profesional coruñés. Después de representar en la ciudad con gran éxito varias piezas como El barberillo de Lavapiés o La del manojo de rosas , ahora se disponen a iniciar un tour por toda la geografía gallega, para acercar este género a toda la comunidad.

Antón de Santiago, director de la agrupación, destaca la gran formación vocal de los artistas, que han apostado por continuar aquí, en lugar de marcharse fuera de Galicia. En este sentido, denuncia que, muchas veces, se contrata a grupos de fuera y se menosprecia a los de aquí, por el simple hecho de ser gallegos. «Queremos reivindicar que, por ser de aquí, no somos peores que los demás; y, muchas veces, cuando se contrata a gente de fuera, nos dejan quedar bárbaro, porque ellos no estuvieron a la altura», explica.

De hecho, el gran talento de los intérpretes coruñeses fue lo que animó a Antón de Santiago a crear esta compañía. «En el conservatorio coruñés tenía alumnos que respondían muy bien a la orientación técnica con voces magníficas y de todos los registros: sopranos, mezzosopranos, tenores, barítonos y bajos. Se creó un excelente caldo de cultivo, y, utilizando mis conocimientos teatrales, decidí montar una ópera», recuerda.

Contratos

En la actualidad, la compañía lírica Ofelia Nieto está formada por cerca de 25 cantantes y una orquesta de 30 músicos, que tienen que compaginar este trabajo con otro para poder salir adelante. La falta de contratos es un problema para estas agrupaciones, cuyos miembros quieren vivir aquí y actuar aquí. Para Antón de Santiago, «Galicia tiene un entramado suficiente para darle trabajo durante todo el año a los artistas que quieren vivir aquí, pero no se apuesta por ellos. Nosotros no queremos subvenciones -que si nos la dan, mejor-, lo que queremos son contratos».