Emilia Pardo Bazán en La Voz

Carlos Fernández

A CORUÑA CIUDAD

Un completo trabajo de Silvia Carballido reúne los artículos de la autora coruñesa

07 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La famosa escritora Emilia Pardo Bazán enriqueció con sus artículos las páginas de La Voz durante varias décadas. Ahora, en los interesantes cuadernos de la Casa Museo que lleva su nombre, dirigidos por el catedrático José María Paz Gago, ha visto la luz un trabajo de Silvia Carballido donde se hace historia de dicha colaboración.

La primera aparición de textos de doña Emilia acontece el 14 y el 15 de julio de 1882, sólo seis meses después de la aparición del periódico. Son dos fragmentos de su obra San Francisco de Asís . A ellos les seguirían, ya en julio de 1883 una crítica del libro La cuestión palpitante y varios extractos del mismo. Al año siguiente se reproduce un discurso sobre el folclore gallego, igual de interesante que el discurso pronunciado con motivo de un homenaje a Rosalía de Castro. Éste último causó cierta polémica, pues para unos era un ataque a la poetisa y para otros un elogio. La Voz se posicionó con este último y lo defendió en un editorial.

Mención especial tuvieron en La Voz los cuentos, cuya producción fue tan vasta que la colocarían en el primer lugar de la literatura española. En el periódico se reprodujeron, durante esta época nueve de ellos: Un diplomático, Crimen libre, Geórgicas, La flor de la salud, La caja de oro, El corazón perdido, Corpus, Cuento de mentiras y Un náufrago .

En cuanto a artículos de costumbres y viajes, comenzaron en 1884, con La gallega , siguiéndole La casa solariega del Padre Feijoo , Viaje de recreo espiritual, Galicia en verano, Ribadavia. Los templos y El veraneo en Galicia. Los balnearios , éste último ya en septiembre de 1894.

Ataque a Manuel Murguía

La Voz fue también marco de un pertinaz ataque de Manuel Murguía a doña Emilia Pardo Bazán, pues aquel creyó que un artículo publicado en el diario La Mañana , firmado con una P. correspondía a la escritora. Comenzó así, desde 15 de agosto de 1896 hasta el 27 de diciembre del mismo año, una serie de virulentos ataques, tanto literarios como personales, de Murguía hacia aquella, bajo el título de Cuentas ajustadas, medio cobradas , que fueron contestados en La Mañana .

Apuntaba Manuel Murguía, entre otras cosas: «Como hembra, reúne todas las condiciones que perdieron a la madre Eva. Sabe deslizarse, marchar, levantar la cabeza y, si conviene, ocultarse a tiempo. Sabe lanzar sus dardos, prodigar a este una sonrisa, al otro una frase de elogio, así se le atragante, que tiempo queda para volverse atrás (...)No he visto, pese a su empeño en aparentar lo contrario, hembra más temerosa; tampoco la he visto ni más absorbente, ni más aborrecida y calumniada. Ella tiene la culpa».

Al final se supo que bajo esa misteriosa P. no estaba doña Emilia Pardo Bazán sino José Pan Español.

La propia Voz, ya en el año 1900, bajo el título de Cuestión aclarada , señalaría: «Se ha puesto perfectamente en claro que la señora Pardo Bazán tenía de La Voz un agravio derivado de la publicación en sus columnas de una serie de artículos, cuya responsabilidad directa corresponde, primero, a su autor, que los firmaba; en segundo lugar, al que entonces dirigía el periódico, y en último lugar, a su propietario, que nunca rehúye aquellas responsabilidades que le incumben».

Agravio

A lo que añadía: «El señor Fernández Latorre destruye, en lo que personalmente le afecta, aquel agravio, haciendo público ahora, como en privado ha dicho siempre, que aquellos artículos se publicaron sin su consentimiento y en su ausencia, y que los ha reprobado sincera y manifiestamente y aún prohibido su continuación en cuanto pudo enterarse de su contenido».

Aparte las colaboraciones ya citadas, hubo otras como El régimen vegetal y la Cuaresma, El alma gallega, Zorrilla en La Coruña, y Respuesta a la intercesión por un preso .