«Ahora ya no hay gato por liebre, la gente entiende»

La Voz A.R. | A CORUÑA

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Santiago Juega se considera un anticuario vocacional. En su comercio conserva una copia del boceto de Betancour de un eclipse de sol en A Coruña en 1905

07 mar 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

?o lo hace por ofrecer reliquias al personal; tampoco por dinero. «Es que es mi vocación desde siempre», sentencia. Desde hace unos meses, Santiago Juega conjuga la docencia en un instituto de Sada con la atención de un anticuario en la plaza de Azcárraga. Allí se conserva un enigmático cuadro que reproduce un boceto de Betancour del eclipse total de sol en A Coruña el 30 de agosto de 1905. -No es exactamente eso. Es que se han acabado los tongos. La gente ahora entiende y, sobre todo en A Coruña, hay mucha afición al coleccionismo. Se acabó eso de gato por liebre. -¿Dónde está entonces el papel del anticuario? -En el negocio, en hacer kilómetros, en buscar el valor de las cosas, en restaurar. Pero ya se acabó ese mito de hacerse con piezas valiosísimas por poco dinero y enriquecerse después con la venta. -Cada uno hace su negocio pero, en mi caso, podría ser la especialización en pintura gallega. La pieza estrella de la casa es un Manuel Torres que cuesta tres millones. ¡De pesetas, eh! Que nadie se asuste. -No hace falta, insisto. En A Coruña hay un gran nivel y la gente sabe a lo que viene. De todas formas, yo soy de los que piensan que las antigüedades tienen un valor en sí mismo, una historia y una carga emocional que llevan consigo. Si al ver una determinada pieza no te dice nada, malo. -A mí y a todos los vendedores de antigüedades. Lo habitual es que haya determinados artículos que ya ni siquiera expones en la tienda.