Un día de Reyes en el mes de abril

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

COIRÓS

Una madre, acompañada por su hija durante la pandemia del coronavirus.
Una madre, acompañada por su hija durante la pandemia del coronavirus. MARCOS MIGUEZ

Los niños podrán sacar a la calle los juguetes durante el paseo programado, una situación que recuerda a la del 6 de enero

25 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las panaderías no ofrecerán el tradicional roscón, y el frío invernal y la luz oblicua del 6 de enero serán reemplazados por el aire templado y la naturaleza fragante y colorida de la primavera luminosa (y puede que lluviosa) de finales de abril. Pero como el día de Reyes, una muchedumbre de críos tomará las calles en compañía de sus padres para disfrutar de sus juguetes.

El Gobierno ha dicho sí al entretenimiento de los peques durante el paseo dominical, de manera que las calles se llenarán este domingo de bicis, patinetes, muñecas..., que serán de uso individual e intransferible, como en el propio 6 de enero, pues a ver qué niño está dispuesto ese día a ceder el privilegio de montar en exclusiva en su bicicleta nueva o de disfrutar solo del último cachivache tecnológico de Melchor, Gaspar y Baltasar.

La postal presentará algunas diferencias, claro. Sobre todo porque los parques infantiles estarán cerrados, así que nada de columpios, aunque se podrán dar pedaladas o dejar rodar el monopatín por el paseo marítimo o en casi todas las plazas, así que será un domingo de Reyes bastante logrado.

Esperemos que esta vez el Gobierno acierte y sea, además, un día feliz y no una jornada que podamos llegar a lamentar cuando todavía nos rodean las incógnitas sobre un virus que, a pesar del confinamiento de la mayoría de la población, se las sigue apañando para presentar unas cifras de contagio inquietantes.

La salida programada de los niños -y no tan niños, porque muchos adultos saldrán con ellos- comulga con un necesario intento de ir recuperando la actividad en un país que requiere urgentemente recuperarse, pero se ha preparado sin distinción territorial de ningún tipo.

Lo vemos en el área coruñesa, porque no parece que tenga mucho que ver el paseo en bici de un chaval de una aldea de 30 casas en Coirós, rodeada de frondosos bosques en los que es más fácil perderse que dar con el siguiente pueblo, que el muchacho del barrio de Os Castros que baja al portal de casa como otros tres mil niños.

¿Debería ser igual el desconfinamiento de los niños en Coruña y en Coirós?

En el área coruñesa hay 52.600 menores de 14 años, de los que 30.000 (el 57 %) están en la ciudad, concentrados en un espacio mucho más reducido. ¿Debería ser igual el desconfinamiento de los niños en Coruña y en Coirós? ¿Y debe ser igual el desconfinamiento del conjunto de la población en Madrid y en Oleiros?

Ojalá sea un éxito, porque es evidente que, después de semejante cuarentena, los niños necesitan oxígeno. En su mayoría saldrán a la calle sin mascarilla y deberán guardar la distancia de seguridad para evitar contagios. Unos lo tendrán más fácil que otros en esta epifanía primaveral sin instrucciones muy precisas. Claro que a ver qué niño se lee las instrucciones de los juguetes el día de Reyes.