Se salvó al auparse a un árbol y correr luego hasta su casa
13 jun 2016 . Actualizado a las 07:44 h.La Xunta continúa sin permitir batidas para reducir la población de jabalíes pese a la multiplicación de daños que estos animales provocan. Además de los numerosos accidentes que provocan en las carreteras, recientemente un vecino fue atacado por una gran ejemplar cuando paseaba a pocos metros de su casa, en la parroquia de Figueiras, en Coirós. Eduardo Souto relata así uno de los sustos de su vida: «Eran las nueve y media de la noche y fui a ver una finca, entonces el perro se puso nervioso, empezó a correr y ladrar, pero no le hice caso». Y así continuó su paseo, que se interrumpiría cinco minutos después. «Oí un ruido enorme -indica Eduardo mientras imita un gemido muy violento- y algo comenzó a correr hacia mí». Era una jabalina que protegía a tres crías. «El perro la había azuzado y el bicho me vio y me atacó». Y Eduardo comenzó a correr para no ser atropellado por más de cien kilos de jabalí. «Me arrimé y me aupé a un árbol para salvarme mientras el perro se quedaba atrás», relata este vecino que, una vez despejada la situación, corrió los trescientos metros que le separaban de su vivienda. «Me temblaban las piernas».
Sustos y carreras aparte, a Eduardo y al resto de vecinos no les ha sorprendido este peligroso episodio, porque ya hace tiempo que conviven con evidentes vestigios de la presencia de estos animales. «Aquí cerca hay una finca de centeno de unos cien metros cuadrados y los jabalíes la tienen arada como si hubiera pasado un tractor», indica este vecino.
Más fincas afectadas
«Pero fincas hay un montón, cerca del centro médico también levantaron patatas, y en otra parcela al lado de la Nacional VI», explica. «Ya se han pedido batidas, pero la Xunta dice que no, que no hay motivo para ello pese a la insistencia de los cazadores, un día habrá una desgracia...». Desde entonces, Eduardo evita salir de noche por los alrededores.