Una embaraza de ocho meses perdió el niño que esperaba en un accidente en Coirós
14 ago 2015 . Actualizado a las 17:09 h.Las previsiones meteorológicas no se equivocaron y ayer fue un día pasado por agua en la ciudad, en la que se recogieron 22 litros por metro cuadrado. Las precipitaciones fueron incesantes durante toda la mañana, provocando que coruñeses y turistas tuviesen que echar mano de chubasqueros y paraguas para salir a la calle, donde en muchas zonas se formaron grandes charcos. A primera hora de la tarde, el mal tiempo dio un respiro y las precipitaciones cesaron un par de horas, aunque sobre las cinco volvió a chispear de forma intermitente. Las temperaturas experimentaron una notable caída, siendo la máxima de 19 grados y la mínima de 16. Esta inestabilidad está previsto que se mantenga el fin de semana, con intervalos de chubascos y claros, y temperaturas más bien bajas.
Otra consecuencia de la lluvia fueron los accidentes de tráfico, sobre todo las salidas de vía. Hasta tres atendió Emergencias de Oleiros, dos de ellas en la carretera a Dorneda (en una el vehículo colisionó contra una vivienda) y la tercera en una curva de la N-VI en Iñás. También en la entrada de Abegondo, en dirección a Betanzos, se produjo otra salida de vía. Además, un choque en el que se vieron implicados cinco vehículos anoche en el puente de A Pasaxe provocó grandes colas de salida de la ciudad.
Una embarazada pierde a su hijo
Carretera sucia y lluvia están tras un nuevo accidente en la N-VI a su paso por Collantres (Coirós). Una de las conductoras, embaraza, fue excarcelada por los bomberos de Betanzos y trasladada en ambulancia. La mujer perdió a su hijo de ocho meses. foto Paco de la abadía
El mal tiempo obligó a desviar dos vuelos a Lavacolla
Unas «condiciones meteorológicas adversas» provocaron que dos vuelos que tenían como destino el aeropuerto de A Coruña tuviesen que ser desviados ayer al de Santiago con el consiguiente trastorno para el pasaje, obligado a sufrir un retraso para llegar a destino. En ambos casos, el desvío se produjo después de que los pilotos intentaran sin éxito tomar tierra en la pista de Alvedro. La baja visibilidad asociada al fuerte viento cruzado hizo que el enlace de Air Europa procedente de Madrid se viera obligado a cambiar de rumbo y tomara tierra finalmente en Lavacolla. Al aeropuerto compostelano también llegaron por carretera los pasajeros que tenían que coger ese mismo avión para volar a la capital española.
Menos de una hora después ocurría lo mismo con un enlace de Vueling que procedía de Barcelona.