Los inescrutables caminos de Chelo

Toni Silva COIRÓS / LA VOZ

COIRÓS

Grandes baches en el estrecho asfalto hacia el coto de Chelo.
Grandes baches en el estrecho asfalto hacia el coto de Chelo.

El famoso coto del río Mandeo presenta accesos bacheados y puentes destrozados

13 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El río Mandeo es una de las grandes referencias en la reserva de la biosfera coruñesa. Y el coto de Chelo es uno de los principales escenarios del río Mandeo. Pero el acceso a este lugar no está al nivel de un título como el otorgado por la Unesco. Los dos kilómetros de acceso a la zona central del puente pedestre y el aula de interpretación son un cúmulo de enormes baches y asfalto retorcido y estrecho que compromete a los conductores cuando dos coches se cruzan. La carretera, que ya ha vetado el acceso de autobuses «por imposibilidad de maniobrar» en el centro del coto, es de titularidad municipal, y el gobierno local está perfectamente al tanto del pésimo estado. «Ya tenemos las obras contempladas con una ayuda de la Diputación (el PAI), pero los problemas de papeleo nos lo están retrasando, por nosotros ya lo tendríamos hecho», explica el concejal de obras del Concello de Coirós, Manuel Corral. Mientras tanto, los pescadores que acuden al coto, así como las excursiones al aula de naturaleza multiplicadas en los meses de buen tiempo deberán aguantar esta tortura en el acceso a uno de los principales valores medioambientales de la comarca. Los usuarios habituales de este bucólico tramo reclaman, además del rebacheo previsto por el Ayuntamiento, una plan de ensanchamiento para evitar maniobras peligrosas.

A cuatro kilómetros remontando el río, las cosas no están mejor para los senderistas y pescadores. El conocido como puente de Cal dos Arados es un pasillo franqueable solo para intrépidos, después de perder varias rejillas que hacen de suelo y presentar unos asideros completamente destrozados. En este caso es a la sociedad de pesca Río Mandeo, de Coirós, quien corresponde restablecer la seguridad en esta pequeña estructura. «Ya lo hemos recogido en el presupuesto y se arreglará en breve», explica Miguel González, presidente de la entidad.