«Hay años en los que perdemos 80 ovejas»

María Guntín
m. guntín LUGO / LA VOZ

CARRAL

20 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Roberto Castelos es un ganadero de 47 años que está al frente de una explotación de 815 ovejas en Monte Xalo, Carral, a 22 kilómetros de A Coruña.

—¿Sufre ataques del lobo?

—Sí, es un goteo continuo. El último, la semana pasada; hace dos, nos llevó a 13. No se puede incentivar la ganadería extensiva en un contexto como este. Lo que fomentan así es tener a los animales dentro y que no salgan para evitar ataques.

—¿Está de acuerdo con que se proteja al lobo y se prohíba su caza?

—Yo, por mi caso en particular, esperaba que se siguiese cazando. No quiero que desaparezca, pero creo que las poblaciones tienen que estar reguladas. Veo que a nosotros este tema nos está costando mucho, no solo por las ovejas que perdemos, a veces no las matan, pero causan abortos o las dejan malheridas de por vida.

—¿Habrá más furtivismo si se protege?

—Si se prohíbe el control poblacional, habrá caza ilegal, porque los ganaderos tendrán que protegerse de alguna forma.

—¿Cuenta con medidas de prevención?

—Tenemos siete mastines. Mantenerlos supone una media de 300 euros al mes en pienso. Si no hubiese problemas con el lobo, era lo que ahorrábamos. También hemos instalado cierres electrificados.

—¿Han aumentado los ataques en los últimos años?

—Nosotros tenemos más o menos los mismos, pero notamos el incremento a nuestro alrededor. En Carral mataron hace días a cuatro o cinco ovejas cerca de las casas.

—¿Cuántas ovejas pierde al año?

—Tuvimos años de perder 80 animales. De hecho, en una ocasión y en un solo ataque el lobo acabó con 52. En aquel momento teníamos 1.250. El problema más grande fue que los lobos entraron en el rebaño, por lo que otras murieron por aplastamiento o tuvieron abortos como consecuencia del ataque. Entonces, solo tuvimos 175 corderos. El año se perdió por completo, y a raíz de eso me busqué otro trabajo en el que estuve diez años. Me reincorporé este 2021.

—¿Hay ayudas suficientes contra los daños?

—Yo llevaba diez años trabajando fuera a raíz de eso. De poco me vale lo que me paguen por ejemplar. Lo peor es el daño que hace cuando entra en el rebaño.