El derribo de dos casas en Cambre enfrenta a una familia con el Concello

Elena Silveira
Elena Silveira CAMBRE / LA VOZ

CAMBRE

Elena Silveira

Los propietarios piden garantías de seguridad mientras el alcalde denuncia amenazas

22 feb 2018 . Actualizado a las 12:13 h.

El proyecto para crear una plaza pública en el entorno de la rúa O Balado, en el centro de Cambre, ha desatado un duro enfrentamiento entre el gobierno local y los propietarios de una de las casas afectadas por la actuación urbanística. Los particulares reclaman garantías de seguridad, más información y que se valore de forma justa la finca. Por su parte, el alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, aseguró ayer que respeta el derecho de la familia a defender sus intereses, pero continuará con la ejecución del proyecto a pesar de las «amenazas» que está recibiendo por miembros de esa familia, tal y como denunció ayer en rueda de prensa.

El plan para eliminar el tapón urbanístico de la rúa O Balado viene de lejos. De hecho, en las normas subsidiarias del Concello de Cambre, que datan del año 1994, ya preveía abrir una plaza pública en este entorno. El actual gobierno municipal, al poco tiempo de llegar al Ayuntamiento, retomó aquel proyecto y realizó las correspondientes expropiaciones para poder ejecutarlo. Con el número 14 no hubo ningún problema, pero los propietarios del número 12 presentaron un recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ya que consideraban que la casa no está en ruinas y que, además, sigue estando ocupada a diario por su propietaria, una mujer de 90 años. Ante esta situación, el juzgado ordenó una medida cautelar para que no se derribe la vivienda número 12 mientras no haya una sentencia judicial firme sobre su estado ruinoso.

Para avanzar en el proyecto, el gobierno local inició ayer mismo el proceso de demolición de la vivienda número 14, «salvaguardando todos los servicios de la colindante, la número 12, bajo la supervisión de un director de obra y con los informes necesarios de seguridad y salud», indicó el alcalde. Sin embargo, la nieta de la propietaria del número 12, Loreto Taibo, denunció que no han tenido notificación oficial alguna sobre las obras, que no disponen del informe individual de demolición ni el de seguridad y que el pasado viernes, sin previo aviso, dejaron la vivienda de su abuela sin suministro eléctrico. «Y si van a derribar la casa contigua, lo normal es que nosotros estemos informados», indicó. Loreto Taibo presentó ayer ante la Policía Local una denuncia por estas «actuaciones sin tener notificación previa» y anunció que tiene previsto ampliarla para presentarla también en el juzgado. «¿Mi abuela qué dice? Ahora se está enterando de todo... No duerme aquí porque tiene 90 años y no queremos que suba las escaleras y que esté sola. Pero sigue viniendo todos los días, porque esta casa es su vida. Lo que queremos es que se valore la propiedad por lo que es o se le garanticen otra vivienda», indicó la portavoz de la familia.

El alcalde explicó que existen varios informes desde el año 2003 (uno de ellos elaborado por el aparejador municipal en el 2010) que determinan que el número 12 de la rúa O Balado está en ruina y que cuando la propietaria la adquirió, en el año 2012, ya sabía de su estado ruinoso. La familia mantiene que alguno de los informes están firmados por el mismo arquitecto que trabajó para la promotora que levantó los edificios del entorno «y sin entrar en nuestra casa». García Patiño, por su parte, indicó que entiende que la familia defienda sus intereses e intente sacar la máxima rentabilidad, «pero no a través de amenazas e intentando paralizar unas obras que deberían estar hechas en el 2003», indicó el regidor.