El Arzobispado quiere crear en la rectoral de Bribes una residencia para mayores

CAMBRE

Elena Silveira

La parcela se cederá a la Fundación San Rosendo

16 jun 2016 . Actualizado a las 10:43 h.

El Arzobispado de Santiago pretende convertir la rectoral de Bribes, actualmente en estado de ruina, en un centro para la atención de personas mayores. Responsables de la Iglesia confirmaron que ya comenzaron los trámites hace tiempo para ceder la finca a la Fundación San Rosendo, especializada en este tipo de residencias ya que en la actualidad gestiona 70 centros asistenciales, distribuidos en más de 40 núcleos rurales y con 3.640 plazas asistenciales.

El pasado martes, el ecónomo diocesano y representantes de la empresa de construcción reformas Reni Global, S.L., se entrevistaron con los responsables del gobierno local de Cambre para informarles de las gestiones «que ya se habían puesto en marcha para la rectoral de Bribes, antes de recibir el pasado viernes notificación de las sanciones económicas» por el estado ruinoso del edificio y la ausencia de un proyecto de rehabilitación.

En este sentido, desde el Arzobispado indicaron que se informó a los técnicos y responsables políticos de la iniciativa que se pretende poner en marcha y que se espera que «en los próximos meses» pueda ya haber «un proyecto definitivo para Bribes».

También adelantaron que tienen el objetivo de que en los próximos meses se pueda avanzar, «ya que está en estudio», sobre el futuro de la rectoral de Andeiro, también en Cambre.

El Concello impuso a principios de este mes una sanción de 6.000 euros al Arzobispado de Santiago ante el imcumplimiento de la resolución del concejal de Medio Ambiente y Urbanismo, Juan González Leirós, por la que se instaba al ente eclesiástico a adoptar varias medidas de conservación y rehabilitación en las dos rectorales, tanto la de Bribes como la de Andeiro. Según el edil, la situación de ambos edificios es «dramática» y el Concello «pondrá todos los medios a su alcance para obligar a sus propietarios a rehabilitar un patrimonio que es no solo de los cambreses sino de todos los gallegos». Las multas, de 3.000 euros por cada inmueble, serán progresivas, con una periodicidad trimestral y por la misma cantidad. Desde el gobierno local confirmaron que se paralizarán los expedientes sancionadores en cuanto el Arzobispado presente el proyecto definitivo para la rehabilitación de las rectorales.