Pero lo difícil es la verdura...

CAMBRE

Los niños del colegio de Cambre comieron ayer polenta de maíz con queso y paella de marisco.
Los niños del colegio de Cambre comieron ayer polenta de maíz con queso y paella de marisco. m. míguez< / span>

El comedor del CEIP Wenceslao Fernández Flórez de Cambre introduce en el menú de este mes platos de diferentes países

12 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El cocinero Martín Varela propuso al equipo directivo del CEIP Wenceslao Fernández Flórez introducir en la dieta de los escolares platos típicos de diferentes países, equilibrados nutricionalmente y adaptados a sus gustos y edades. La iniciativa fue acogida con entusiasmo y la pasada semana se puso en marcha el proyecto «A volta ao mundo gastronómica», que permite a cerca de 350 niños probar nuevos sabores o formas diferentes de cocinar. Así, los niños se trasladan a través de la comida a Mauritania, Marruecos, Francia, China, India, Grecia, Japón, Perú, Alemania, México, Portugal o Bélgica. Martín Varela explica que despertar el interés de los pequeños por la comida es tarea complicada porque muchos viven el comedor como un castigo. «Pero temos que rachar cos seus prexuízos. A semana pasada, por exemplo, presentamos un vermicelle de marisco, prato típico de Mauritania, que inclúe cacahuetes. Os rapaces pensaban que eran garavanzos e todos os da mesa os tiñan separados nos pratos. Pedinlles que os probaran e, cando se deron conta de que non era o que pensaban, todos empezaron a buscar os cacahuetes na comida, que é similar a unha fideuá». Cuscús tabulé, rollitos de primavera, polenta de maíz con queso, hamburguesa completa, bacalao a la brasa, ceviche de marisco, nachos con guacamole... son algunas de las propuestas que se presentarán este mes en el comedor del Wenceslao Fernández Flórez. Y tanto la dirección del centro como el cocinero coinciden en que lo difícil no es que los niños asuman el sabor del pollo al curry, sino que «lo difícil es que coman la verdura». Explican también que programas donde se rinde culto a la cultura gastronómica algo ha influido en el interés de los niños por la comida, «pero hai que seguir loitando para que coman».