Condenado el conductor de una furgoneta que causó un accidente mortal en San Cidre, en Bergondo, en el 2019
BETANZOS
Giró a la izquierda provocando la colisión de un motorista que estaba adelantando de manera correcta
14 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El juzgado de 1.ª Instancia e Instrucción número 4 de Betanzos ha condenado a una multa al conductor que provocó un accidente mortal en San Cidre, en Bergondo el 28 de mayo del 2019, además de a indemnizar a la familia del fallecido.
El ahora condenado conducía una camioneta, sobre las 14.55 horas en sentido a la iglesia de San Isidro, y a la altura de una carpintería giró a la izquierda para entrar en las instalaciones y no se percató de que una motocicleta venía realizando una maniobra de adelantamiento por el lado izquierdo de la vía, de manera que se interpuso en su trayectoria, lo que provocó la colisión. En el fallo se recoge que el motorista, Santi Dosil Docampo, realizó una maniobra de frenada para evitar el impacto, pero perdió el control del vehículo y cayó sobre la calzada, sufriendo gravísimas lesiones que produjeron su fallecimiento.
El conductor de la furgoneta había declarado que ni vio ni escuchó la moto, pero las conclusiones de los guardias en el atestado y las huellas de frenazos en la calzada atestiguan, según la sentencia, que el motorista «en el momento del impacto se encontraba rebasando el vehículo que le precedía en la marcha por su lado izquierdo de manera correcta».
El fallo estima que «existe un elemento que corrobora que el conductor no podía ir más desatendido a la conducción, quedaron en la calzada hasta tres huellas de frenada de la moto y de la furgoneta ninguna, es más es que no consta reacción de ningún tipo del acusado, lo cual incide en la premisa de que la distracción al volante era flagrante». Si bien, recoge que la carretera del suceso era secundaria «por lo que no era muy probable que otros vehículos transitasen por la misma, apunta que «el descuido del conductor fue no haber mirado por los retrovisores del vehículo de manera tal que se hubiera asegurado de que no venían circulando otros vehículos cuya trayectoria podía interceptar». Califica los hechos como graves, pero estima que no llegan a ser «absolutamente inexcusables» y por ello lo condena por un delito de homicidio por imprudencia menos grave a abonar una multa de 3.000 euros y a la retirada del carné durante un año.