Las consecuencias del nuevo anegamiento en Betanzos: «Non cobrei o da anterior inundación e levo tres días con auga no negocio»
BETANZOS

Afectados por los desbordamientos exigen una solución. La zona del puerto, A Ribeira y Cañota fueros las más perjudicadas
13 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Las inundaciones registradas la madrugada de ayer en Betanzos dejaron nuevos daños en casas y naves cercanas al río Mandeo. Fue solicitado el apoyo de Autogrúas Betanzos para devolver al Mandeo el Guerrero, un barco que quedó subido a unas escaleras del puerto, una de las zonas más afectadas. Al mediodía, una auxiliar también se veía suspendida en una de las riberas del río, tras haber escalado sin control durante con la marea alta.
En la zona del puerto, Roberto Vázquez Rivera, de Valhalla Strength Gym, revisaba este lunes por la mañana los daños en su negocio. «Tivemos outra inundación en outubro. Cando a subida da marea é moi alta sube o nivel freático caseao límite, pero se a maiores aumentan as chuvias e abren a presa en Chelo chega a un punto que anega todo. Non cobrei o da anterior inundación, recibín unha carta do Consorcio dicindo que pagarán a final de mes, e levo tres días con auga no negocio», precisa este empresario que teme que hoy tampoco podrá abrir para atender a los 200 socios de su gimnasio.
En la anterior inundación los daños superaron los 80.000 euros. «Só no chan hai 15.000 euros, cada máquina custa entre 3.000 e 6.000 e aquí chega auga salgada, ademais de fecais, e podrecen os aparatos», comenta mostrando cómo cae agua de los soportes. Muestra arquetas sin limpiar y dice que aunque ha llamado al Concello y a Portos, solo se pasan la pelota.

En Vicente de la Fuente Comercial Agrícola, una nave próxima, el agua también les alcanzó, pero no sufrieron daños porque tienen todo el material subido en palés. «Escarmentamos hai anos», comenta José Vázquez, que explica que cuando hay previsión de subida de las mareas sellan con espuma el portalón. Pese a sus precauciones, unas dos veces al año, el agua traspasa las barreras.
Detrás de ese negocio está una nave utilizada como varadero por una veintena de propietarios de barcos. Allí también entró el agua. Juan Cartelle explica que en esta ocasión no fue la zona más perjudicada aunque estaban achicando. «Hace ocho meses pasó lo mismo, pero los problemas más graves son para los empresarios», reconoce.
Amina Suin, que vive en un bajo del número 2 del edificio Brigantium, también fue una de las perjudicadas. «Lleva tres días entrando el agua, unos 20 centímetros», comenta. Como medida de precaución obró y tiene tres escalones desde el portal. «Ojalá encuentren una solución», pide, reconociendo que las bombas no han sido la solución.