«Si llego a organizar algo para intentar llamar la atención no me sale tan bien, esto ha sido un bum que no me esperaba», explica. En el escaparate aparece su propio rostro sobre las camisetas, unas prendas que se apuró a diseñar pensando que el Ayuntamiento de Betanzos no tardaría mucho en tapar con pintura negra o verde oscura su polémica obra callejera. «Ahí sí tengo claras dos cosas: que no voy a ser yo quien tape los colores de esta bajante, y segundo, como la pinten de negro se va a montar una revolución por lo que me dice la gente, ya me han manifestado la intención de recoger firmas para que la dejen así».
Entre las camisetas y el escaparate lo que Martínez pretende es abrir un debate para poder intentar modificar esas normas estrictas que repelen iniciativas pictóricas y muy bien acogidas como la suya. «El Ayuntamiento de Vigo está estudiando un pintado original de las farolas de la parte vieja de la ciudad», argumenta.