«Retrocedemos 10 anos», dicen los hosteleros que cierran A cova do frade en Betanzos

Los hosteleros de Betanzos marcharán esta mañana para exigir el rescate a una crisis que deja ya gente atrás y ha obligado a cerrar varios locales. La Torre, por ejemplo, tras cerrar, ya ha vendido hasta el bajo, otros se han traspasado y muchos son los que se han replegado. Es el caso de la familia hostelera que cierra A cova do frade, un local de esmerada gastronomía y con buena crítica que se clausuró sin cumplir los tres años. «Íamos ben, estabamos traballando cada vez máis», explica Juan Manuel Gómez López, que se muestra agradecido porque la clientela confiase en sus propuestas. Trabajaban cinco personas, con un refuerzo los fines de semana, lo que representa unos gastos imposibles de mantener para un local con ocho mesas en el interior y cuatro en la terraza, al que durante un tiempo, como al resto del sector, solo se le permitió utilizar el exterior. «Atópaste con moito material, nós tiñamos 400 referencias de viño e non todos os provedores os recolleron», explican sobre el caos que supusieron las restricciones, y el descalabro financiero que acompaña al cierre, teniendo que afrontar no solo el alquiler del local, sino la penalización por el cese del contrato.

Tanto él como su madre y su hermano se centran ahora en acondicionar la cervecería MG, que abrieron en el 2007, confiando en que para la semana se levanten las restricciones. «Retrocedimos máis de dez anos», indica Gómez López sobre su familia, que lleva más de 40 años ligada a la hostelería.

Por su parte, el PP de Betanzos solicitó un pleno extraordinario para impulsar ayudas a la hostelería local. Pretende que permita trasladar «la necesidad de concretar y hacer efectivas medidas que contribuyan a la supervivencia de una actividad fundamental en la economía del municipio».

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