La filariasis se multiplica en animales de A Coruña y puede saltar a personas

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

BETANZOS

XOAN A. SOLER

Es una enfermedad parasitaria grave que afecta en especial a perros

17 ago 2020 . Actualizado a las 09:45 h.

La filariasis es una dolencia tan temible como su segundo nombre: la enfermedad del gusano del corazón. Los cuerpos de los perros y gatos se infestan de parásitos largos como lombrices y que afectan a sus órganos más sensibles. Hasta hace pocos años los propietarios de mascotas en zonas con calor y lagunas eran los únicos que conocían el peligro de una dolencia cuyos casos se han multiplicado este verano tanto en número como en espacios de la provincia. Si hace poco tiempo era difícil ver alguno en la ciudad de A Coruña, ahora no es nada raro, como confirma Juan Barro, de la clínica Arca. 

La razón es que muy cerca de la urbe herculina se encuentra uno de los espacios de Galicia en la que la filaria hace estragos desde hace muchos veranos: As Mariñas. El veterinario Jorge Díaz Sánchez, de la clínica Valdoncel de Betanzos, es uno de los profesionales que diagnostica más casos y asegura que este año se han disparado los positivos en una enfermedad parasitaria que afecta sobre todo a los «perros, pero también a gatos, hurones, cánidos silvestres y a personas humanas», aunque por ahora se han registrado pocos enfermos. 

Varios mosquitos transmiten

Los animales se infectan tras la picadura de un mosquito y en este caso varios sirven como vehículo para extender un parásito que necesita de la presencia de agua para sobrevivir, aunque desde la veterinaria Valdoncel recuerdan que a veces les sirve el agua de charcas o simples maceteros. En la provincia de Coruña hay tres focos principales: en el sur, Ribeira; en el norte, la zona de Ferrol (en Doniños) y Valdoviño, mientras en que la zona de As Mariñas está en Betanzos, Miño, Paderne, Sada, Bergondo, Abegondo, Cambre, Oleiros, Culleredo, aunque con distinto número de incidencia. El estudio gracias al que se realizó este mapa de filariasis es de hace una década y es más que probable que existan más áreas afectadas, porque «la subida de temperatura favorece que nuevas especies invasoras de mosquitos más agresivas como el mosquito tigre aumenten los contagios», según destaca Jorge Díaz.

Este veterinario que lleva décadas tratando a perros (los gatos y hurones no pueden medicarse) asegura que hace 13 años la mayoría de los contagios «ocurrían en verano, pero hoy en día hay períodos durante todo el año, por ello el número de casos es cada vez mayor».

Tratamiento duro

El tratamiento de un animal infectado por filaria es largo y duro, pero la prevención es sencilla, el problema es que muchas personas bajan la guardia porque no viven en zonas con mucha incidencia: «Es un error. Un perro de A Coruña en una visita un sábado a otras zonas se puede infectar de esta dolencia y de leishmaniasis», según coinciden en apuntar veterinarios de A Coruña y Santiago como Juan Barro o Luis Ponte. Desde el colegio de veterinarios de A Coruña destacan la necesidad de vacunas y tratamientos preventivos.

Leishmania, otra dolencia transmitida por mosquitos

CDC / FRANK COLLINS

En la provincia de A Coruña hay casos de otra enfermedad que transmite un mosquito a los animales y que puede saltar a las personas, aunque casi todos son importados. Se trata de la leishmaniasis y no está tan lejos, porque Ourense, por ejemplo, es uno de los focos en Galicia, al igual que zonas como Ponteareas. De hecho, Ourense es la segunda provincia española con mayor seroprevalencia en esta dolencia que se origina por la picadura de un mosquito, un flebotomo infectado, y que puede resultar letal entre la población animal y potencialmente peligrosa para 350 millones de humanos cada año, de acuerdo con los datos de un estudio presentado por una plataforma denominada Animal Hub para el bienestar animal y en la que participan 30.000 veterinarios de toda España.

En la clínica Cosmopet de Santiago se hacen muchos test de esta enfermedad, porque forman parte del control anual pautado a los animales: «Suelen ser todos negativos, ya que se trata de una enfermedad mucho más común en el Mediterráneo, aunque está avanzando», precisa Luis Ponte. Su compañero de A Coruña, Juan Barro, atestigua que los casos que ha visto hasta ahora son de animales que residían en Galicia, pero habían tenido alguna conexión con otras zonas de España o que habían estado en Ourense. Aunque coinciden con el último estudio de Animal Hub: «Datos como los de Ourense podrían resultar en el inicio de un cambio de tendencia que se podría extender más allá del Mediterráneo y provocar una mayor seroprevalencia en todo el territorio español, independientemente de la zona climática».

¿Cómo se previene la filariasis?

Hay un tratamiento anual y pastillas que se pueden dar todos los meses a los canes. Además, desde la clínica Valdoncel de Betanzos apuntan varias vías: «Hacer test para conocer si el animal está afectado; prevenir las picaduras evitando pasear cerca del agua en la puesta de sol y usando repelentes de mosquitos; acudir al veterinario para usar algún medicamento que elimine las micro filarias y tratar los animales positivos, aunque desgraciadamente esto solo se puede hacer con los perros, gatos y hurones no soportan el tratamiento».

¿Y la leishmaniasis?

Contra la leishmaniasis hay que hacer un control exhaustivo de los perros y administrarles con productos eficaces que les protejan de la picadura del flebotomo durante los doce meses del año. Además, es necesario «acudir de forma rutinaria a la clínica veterinaria para que tras un análisis y un chequeo pueda descartar la infección», según asegura Federica Burgio, veterinaria y responsable científica de animales de compañía de MSD Animal Health.

¿Qué síntomas tiene la presencia del gusano del corazón?

Cuando aparecen síntomas ya es tarde. Significa que el gusano ya ha colonizado gran parte del animal, por eso es tan importante la prevención, ya que la dolencia avanza silenciosa tras la picadura del mosquito. Los síntomas tardíos son variables, ya que van desde tos, dificultad respiratoria y cansancio hasta pérdida de peso y sangrado.

¿Cómo se manifiesta la leishmania?

Lesiones en la piel, algunas con una distribución típica en los ojos u orejas, pero pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Además, los perros afectados suelen padecer de problemas en los riñones. En las personas causa una infección con llagas en la piel o la nariz que suele atajarse fácilmente y sin problemas.