Un verano para descubrir los tesoros que esconden nuestros museos

Rodri García A CORUÑA

BETANZOS

CESAR QUIAN

La cerámica de Oleiros, el centro romano de Cambre o los castros de Carral han reabierto y guardan sorpresas para los visitantes, en estos meses de viajes cortos y mucho tiempo libre

23 jul 2020 . Actualizado a las 12:44 h.

Un pequeño anillo localizado en las excavaciones del castro de As Travesas, en Carral, acaba de formar parte de la exposición «Galicia, un relato no mundo» que reunió en Santiago lo más destacado del arte gallego. Y es que en los museos de As Mariñas hay pequeños tesoros que ahora pueden ser visitados de nuevo. Así, en el pazo de As Torres de Oleiros esperan al visitante las 5.000 piezas de alfarería reunida por José María Kaydeda y Teresa Jorge. Cambre ofrece la visita a su museo del yacimiento romano. Y Carral cuenta con el mencionado castro de As Travesas y el de Tabeaio, así como un museo en el pueblo con todo el material recogido en ambos.

El centro museístico más notable es el Museo das Mariñas en el que no solo hay obras vinculadas con Betanzos, donde se ubica, sino con toda la comarca.

Una pieza muy especial

En este mes de Santiago -como algunas personas nombran a julio-, el pensamiento se va a Compostela, a la tumba del apóstol, y a los peregrinos que allí llegan. Pero As Mariñas también tiene un lugar para visitar al pescador de Galilea y es en el mencionado Museo das Mariñas. Ahí se puede ver una escultura única de Santiago Peregrino «la representación más antigua de esta figura en Galicia», indica la información oficial del centro museístico. «Cando estaban arranxando o edificio do antigo mosteiro de San Francisco apareceu esta figura», explica Alfredo Erias, director del museo, del archivo y la biblioteca municipal de Betanzos. «Estaba cuberta por unha capa de area para protexela», recuerda. En esta escultura el apóstol Santiago viste «con capa de pel de ovella. A referencia é a imaxe dos peregrinos, e a dos pobres, que aparecen nas cantigas de Alfonso X». Esta es una obra del siglo XIV elaborada «con gran nivel técnico e de calidade. Unha peza única en Galicia», sostiene Erias.

De todos modos, explica que está elaborada siguiendo criterios de esculturas del siglo anterior que aparecen en lugares como la catedral de León, en concreto «no sepulcro de Martín el Zamorano». También llama la atención sobre el hecho de que el Santiago Peregrino de Betanzos no tiene bordón «porque ese non empeza a aparecer ata o século XVI».

La escultura no es la única forma en la que el hijo del Zebedeo está representado en este Museo das Mariñas, que fue inaugurado en 1983 en el edificio del antiguo convento de Santo Domingo y que comparte sede con el archivo y la biblioteca municipales. «Temos unha colección única de pintura», comenta Alfredo Erias. Se trata de un Apostolado de la escuela de Rubens, en el que el Santiago el mayor está por duplicado: en pintura, un «óleo sobre táboa, procedente de Amberes, da Escola de Rubens. Estivo no Hospital de san Antonio de Padua de Betanzos» y en un grabado a buril «de N. Ryckmans (século XVII) procedente de Amberes, da colección doada por Mireille Madou». Esto puede leerse en la explicación de cada una de estas obras.

En un trabajo publicado en el Anuario Brigantino, Sergio Vázquez Miramontes, doctor en Historia del Arte, asegura que lo más destacado de la pinacoteca del Museo das Mariñas es este Apostolado, «prácticamente desconocido para el gran público ya que no ha sido apenas estudiado». Así lo recuerda al inicio de su publicación: «Desde que en 1674 Antonio Sánchez de Taibo donase al Hospital de San Antonio de Padua su Apostolado la serie ha estado rodeada de múltiples incógnitas. Con este estudio me propongo esclarecer el origen de este grupo conformado por los retratos de los doce apóstoles y centrado por la figura de Cristo Salvador». Son «trece tablas que, provenientes del mercado artístico de los Países Bajos, hoy podemos apreciar en el Museo das Mariñas».

La investigación de Miramontes relata la historia de cada uno estos cuadros hasta su llegada a Betanzos, aporta información sobre diversos detalles que aparecen en la parte posterior de alguno de los lienzos y documenta la vinculación de Rubens con Galicia.

La diversidad es una las características de este museo dedicado a la comarca de As Mariñas, de la que recoge aspectos tanto históricos como etnográficos. Así, el visitante puede encontrar desde cerámica griega, torques y amuletos romanos hasta la bandera que presidía en París los actos oficiales del Gobierno de la República española. Esta enseña tricolor fue entregada al Ayuntamiento de Betanzos en 1997, el día de la República, por María Josefa Castelo Gómez, viuda de Javier Alvajar López quien había ocupado diversas secretarías ministeriales y guardó la bandera en Carral.