Las caras más solidarias se ven en los Cantones

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

BETANZOS

EDUARDO PEREZ

Las imágenes de Noel y Miguel, la marea rosa contra el cáncer o el bebé que nació en un yate cautivan a los viandantes

22 dic 2019 . Actualizado a las 10:16 h.

«Noel, un niño de Betanzos, tiene los ojos marrones. Cuesta comprobarlo porque sus párpados son como persianas a medio bajar. Al sur lindan con unas ojeras impropias de sus once años. Al norte, con unas cejas poco pobladas. Pero detrás de esos ojos marrones, justo después de los globos oculares, se esconde el grave problema de Noel. Se llama meduloblastoma, un tumor que medía un centímetro cuando fue descubierto y que hoy ya se ha triplicado. Los mejores cirujanos de España han intentado buscar un camino para eliminarlo, para biopsiarlo incluso. Pero sin éxito». Así empezaba el reportaje firmado por el periodista Toni Silva y el fotógrafo Ángel Manso que levantó una ola de solidaridad para ayudar a este pequeño, uno de los principales protagonistas de la exposición Un año de Voz, que desde el viernes se puede visitar en los Cantones junto a otras 59 fotografías que resumen lo más destacado del 2019.

Se trata de una historia solidaria y humana. Como humana es la del pequeño Miguel, fotografiado por César Quian, que con su cámara captó los ojos llenos de vida de un niño de 4 años que fue rescatado in extremis de una muerte súbita. «Estuvo siete minutos muerto», contó su madre, Alexia, del interminable tiempo que su niño dejó de respirar. Después, ya en el hospital, se repitieron otras tres paradas cardíacas y todavía hoy lleva en su cuello la traqueotomía que entonces tuvieron que abrirle para respirar.

La exposición, organizada por La Voz de Galicia y en la que colabora la compañía de Tranvías, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento, reúne otras historias que encogen el alma y que cautivaron a los viandantes en los dos primeros días de la muestra. Como la marea rosa contra el cáncer celebrada el pasado mes de septiembre. Hasta 7.500 mujeres se inscribieron, pero fueron muchas más. Aquella estampa de la que el fotoperiodista Marcos Míguez dejó constancia es otra de las imágenes que más gente concentra frente a ella.

Otra historia que no se olvidará es la que fotografió Eduardo Pérez en el puerto. La de una familia ucraniana que creció con el nacimiento de un bebé a bordo de un yate.

Retratos que quedan para la historia como el del adiós a la cafetería Copacabana, las marchas contra el maltrato, en defensa de los inmigrantes, las marchas del orgullo gay o la solidaridad con el pueblo venezolano.

Son historias humanas, pero también hay otras en las que los protagonistas tenían cuatro patas, como la del perro que tuvo que ser rescatado por los bomberos en los acantilados de punta Herminia en agosto.