Tyson Pérez: Betanzos siembra, Andorra recoge

BETANZOS

Santi M. Amil

El ala pívot, descubierto por el Santo Domingo en edad infantil, ficha por el Morabanc y da el salto a la élite tras formarse en la villa coruñesa

07 nov 2019 . Actualizado a las 20:26 h.

Tyson Pérez jugará en Morabanc Andorra las tres próximas temporadas. El ala-pívot, descubierto por el Santo Domingo de Betanzos hace casi una década, da el salto a la ACB culminando una progresión vertiginosa e imparable que ha tenido como último episodio su elección como MVP de la LEB Oro la pasada campaña en el Canoe. No está mal para un chaval de 23 años que comenzó a jugar al baloncesto federado a la edad de cadetes en un humilde club de un rincón de Galicia.

José Miguel «Tyson» Pérez nació en Santo Domingo (República Dominicana) en 1996. La casualidad, que a veces se alía con el relato, quiso que fuese en un club homónimo -pero a unos miles de kilómetros de distancia- donde hiciese de una afición callejera su futuro. «No sé en qué momento apareció en el camino. Nos llamó un profesor de educación física de un colegio de Sada. No recuerdo su apellido, pero sé que se llamaba Pepe. Nos dijo que teníamos que ver a un chico». Así cuenta José María Valeiro, presidente del Santo Domingo de Betanzos, cómo con Pepe empezó todo. La primera ficha de un puzle de muchísimos nombres que ahora encaja en la ACB.

Los inicios fueron complicados para un chico que brillaba en los parques pero que carecía de cualquier tipo de cultura deportiva. «Localizamos a su madre y le incorporamos al equipo infantil. Duró un mes entrenando porque, aunque el chico lo hacía bien, el tema disciplinar lo llevaba regular y lo dejó», cuenta Valeiro, que fue mucho más que un presidente para Tyson. Porque si algo repiten todos los que han pasado por el Santo Domingo es la palabra familia. Pero el tren pasó otra vez. «Un año y medio después teníamos al cadete en Liga gallega con solo ocho jugadores. Volvimos a contactar con él y se reincorporó», recuerda el presidente. Y no dejó de crecer.

Javier Codesido, entrenador de aquel Santo Domingo cadete fue el encargado de comenzar a esculpir aquel talento tan obvio, pero tan inestable. «Su madre habló con nosotros para ver qué podíamos hacer por reengancharlo. Ella y la hermana de Tyson trabajan en un bar y no querían que estuviese tanto tiempo solo». Una vez más, el deporte como salvavidas. «No sabía hacer absolutamente nada en la pista, pero tenía unas condiciones físicas a la vista de cualquiera», comenta Javier que con una frase de lo más elocuente resume lo que ha sido la carrera de este jovencísimo jugador. «Sub-22, EBA, EBA en Madrid, LEB Oro... Al chico le ha dado igual. Lo que ha hecho es repetir los mismos números, pero cada año en una categoría superior». Cabe recordar que el curso pasado promedió 16 puntos y 10,6 rebotes en 32 minutos.

Betanzos mira con orgullo como aquel chaval sin fundamentos tácticos llega ahora a un club con aspiraciones europeas. Tyson Pérez le toma el relevo a Manu Gómez, último producto de la cantera del Santo Domingo en asaltar la élite.

Pepe Laso viajó a Galicia para atar un fichaje que beneficiaba a todas las partes

José María Valeiro, Javier Codesido, Francisco Valeiro, Juan Día, Jorge Iglesias, Jaime Rodríguez o Javier Blanco. Todos ellos son nombres imprescindible para explicarse la llegada a la ACB de Tyson Pérez. También el de Óscar Fernández, el hombre que le dio su primera oportunidad en Liga EBA.

Tyson Pérez durante su etapa en el Santo Domingo en una final de la Copa Galicia de EBA ante el Narón
Tyson Pérez durante su etapa en el Santo Domingo en una final de la Copa Galicia de EBA ante el Narón CÉSAR TOIMIL

«Contábamos con él desde que planificamos la temporada, pero la idea era que tuviese un papel mucho más secundario. Él se ganó con su trabajo el ser protagonista», comenta Fernández. Comenzaba a derribar puertas. Se asentó en el primer equipo y, ya con Juan Díaz, se convirtió en el jugador más destacado de los betanceiros. Y entonces apareció por Betanzos Pepe Laso, figura esencial del baloncesto español además de padre del actual entrenador del Real Madrid, para comunicar al presidente del Santo Domingo su interés en el jugador. Tomando un café se forjó el acuerdo. «Nosotros siempre hemos mirado por su carrera y por su trayectoria», comenta José María Valeiro. «Es un chaval al que se le daba muy bien jugar al baloncesto pero no tanto los estudios y vimos la opción de que pudiese tener una buena vida gracias al deporte. La llegada de Pepe Laso era una muy buena oportunidad para él».

Tyson se marchó. Primero al Eurocolegio Casvi y luego al Canoe en calidad de cedido por el Santo Domingo. Ahora, tres años después, el Santo Domingo también recibirá un pellizco con esta operación. Lo que algunos llaman karma, en Betanzos se llama cuidar la cantera.