El Danés se descontroló en Betanzos al no lograr la medicación que toma

D. Vázquez / S. González BETANZOS / LA VOZ

BETANZOS

Cuenta con un amplio historial conflictivo y está considerado un «duro» en Vilagarcía

09 may 2019 . Actualizado a las 23:07 h.

El hombre de 45 años que se descontroló la noche del lunes en Betanzos y que es conocido por el Danés en Vilagarcía donde reside, continua ingresado en el hospital y todavía no ha pasado a disposición judicial para responder del reguero de incidentes que provocó hasta que fue arrestado casi a las cuatro de la mañana.

Aunque en la Ciudad de los Caballeros no lo conocían, aquí llegó con un gran historial de conflictos a sus espaldas que ha acrecentado el pasado lunes cuando comenzó a hacer trompos en varias calles, persiguiendo con su coche a otros vehículos y a transeúntes y que fue detenido tras amenazar con autolesionarse y entrar a la fuerza en una oficina bancaria.

El resorte que lo hizo saltar, según él mismo relató cuando le preguntaron, es que entró en Betanzos buscando comprar la medicación que necesita, que reconoció que había dejado de tomar tras un viaje a Bilbao, y lo desesperó hallar la farmacia cerrada. Saltó sin más provocación y comenzó a circular de manera atropellada por la zona, hasta que al ver el despliegue de la Guardia Civil se metió en la estación de servicio de As Cascas donde hizo ademán de echarse gasolina. No llevaba mechero y dio negativo en las pruebas de alcohol. Tas calmarlo los guardias y no poder imputarle más que un delito de conducción temeraria lo dejaron ir.

Quedó tranquilo en su coche, un Picasso, con el que a las dos horas estaba dando vueltas a la fuente de Diana Cazadora, en la plaza García Naveira, acompañando su errático circular con gritos y haciendo sonar el claxon. Los intentos de las fuerzas de seguridad por apaciguarlo fueron inútiles, su reacción fue destrozar dos copas de un bar para usarlas como arma para autolesionarse. No razonaba, malinterpretaba lo que sucedía, según los testigos, y no atendía a razones.

Finalmente, en un intento de huida lanzó una silla contra una entidad bancaria, tiró un cristal y accedió al interior por el hueco en la puerta. Allí revolvió el interior para dar con algo con el que autolesionarse, cuando los guardias entraron portaba dos tijeras. Según testigos, llegó a herirse y las gotas de sangre que quedaron delante del palco de la música eran suyas. Los guardias intentaron que se calmase apelando a que hablase con su padre y su hermana, pero no quiso hacerlo.

Habitual de las broncas

Tampoco dio más explicación de su actitud, solo que estaba sin medicación, pero en Vilagarcía ha protagonizado numerosos incidentes y lo señalan como una persona muy agresiva, un habitual de las peleas, que no rehúye las broncas. Aseguran que el Danés tiene fama de «duro» incluso entre los tipos conflictivos. Quizás por sus conocimientos de artes marciales y también por sus antecedentes que le han forjado una reputación. Llegó a estar acusado de agresión por mariscadoras de Vilaxoán, que lo vinculaban con que practicaba el furtivismo, y también fue acusado de un delito de desobediencia y resistencia a las fuerzas del orden tras enfrentarse a agentes tras un accidente de tráfico.

De gran complexión física, una cuestión que dificultó su arresto en Betanzos donde los agentes tuvieron que emplearse a fondo para lograr meterlo en una ambulancia para trasladarlo al hospital, lleva años trabajando en temas relacionados con seguridad y con empresas de cobro de deudas.